La Escuela para Entrenamiento de Perros Guía para Ciegos I.A.P., es una institución encargada de entrenar a futuros canes lazarillo que también busca crear conciencia social a través de diversas actividades.
La institución cuenta con programas relacionados con la rehabilitación de personas invidentes, así como también servicio de veterinaria y pensión para perros.
Actualmente la institución es sustentable en un 75 por ciento, situación que generó que a principio de año cerrara su programa de becas, pero una de las formas en las que se puede apoyar a la escuela es donando o adoptando un perro.
"Tenemos la puerta abierta para que personas que tiene camadas de labradores o Golden retrievers puedan ofrecer a nuestra institución cachorros. De una camada seleccionamos generalmente a uno o a dos perritos para que se conviertan, posteriormente, en perros guía", Silvia Lozada Badillo, directora y fundadora de la escuela.
También se puede adoptar a los perros temporalmente en su primer año de vida, en el llamado proceso de socialización, que es la primera etapa de su educación, o adoptarlos cuando se jubilan, después de estar en activo de 7 a 8 años.
"Estos perritos después de jubilarse son adoptados por familias voluntarias y especiales que van a adoptar un perro veterano, que requiere más cuidados, atención y cariño, y pues todo lo necesario para descansar y darles un trato de perros consentidos", comentó Lozada Badillo.
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Además cuentan con actividades como el taller "Mira con el Corazón", que tiene como objetivo crear conciencia social.
Esta iniciativa es una dinámica de sensibilización en las que se colocan antifaces y lentes a los asistentes de manera que la vista quede completamante obstruida, después se realizan diversas actividades en función de concientizar a los asistentes.
Otra de las fuentes de ingreso del centro son los donativos que ofrecen (si te interesa donar lo puedes hacer aquí) las empresas o particulares.
La escuela lanzó recientemente una campaña de crowdfunding en donadora que tiene como objetivo reunir 1 millón de pesos para mejorar el equipo del hospital veterinario y poder continuar con los programas de rehabilitación que manejan.
A los fondeadores se les ofrecerán recompesas como la asistencia a un desayuno de sensibilización, descuentos en servicios en el hospital veterinario, accesorios para perros, libros, dijes de letras en braille, entre otras cosas.