El 2016 termina con un descontento social entre la comunidad afroamericana que no se veía desde la década del 70. La violencia policial en contra de los jóvenes negros de ese país atrajo la solidaridad de las grandes figuras del deporte y la música norteamericana, como Serena Williams, Michael Jordan, LeBron James, Beyoncé, Rihanna, Jay-Z, Stevie Wonder, Pharrell Williams y el fallecido Prince.
Todos han mostrado su simpatía por Black Lives Matter, un movimiento internacional que recuerda inevitablemente a los activistas del Black Power, quienes entre 1960 y 1970 pusieron en jaque a un sistema político que negaba derechos fundamentales a la población negra.
Black Lives Matter –que en español significa Las vidas negras importan– surgió en 2012 después del asesinato de Trayvon Martin, un joven afroamericano de 17 años que, sin razón alguna, fue abatido a tiros en Sanford, Florida, por un vigilante privado llamado George Zimmerman, quien se encuentra en libertad pese a tener varias denuncias por racismo en su contra.
El hecho no fue tan comentado como se esperaba, pero la presentación de Beyoncé en el medio tiempo del Super Bowl 50, el 7 de febrero, fue más que un espectáculo. Enfundada –ella y sus bailarinas– en uniformes de los Panteras Negras, reavivó el debate sobre la violencia racial en Estados Unidos. Nadie previó que una de las estrellas pop más comerciales del mundo se sumara al descontento de la comunidad negra en uno de los eventos deportivos más populares del orbe, con 167 millones de televidentes tan sólo en la Unión Americana.
EL HIP HOP COMO BANDERA POLÍTICA
Medio siglo después del Black Power, la música confirma que los nombres de Malcom X, Nelson Mandela y Martin Luther King siguen vigentes. Si en 1971 Nina Simone y Marvin Gaye cantaron contra la discriminación racial, en 2016 el hip hop hizo lo propio.
Dos lanzamientos discográficos fueron fundamentales para que se consolidara el Black Live Matters este año: Lemonade, de Beyoncé, en el que la cantante ingresó al mundo del hip hop, y We Got It From Here... Thank You 4 Your Service, de A Tribe Called Quest, el grupo que cambió el curso del rap en los años 90.
Los fantasmas de la segregación racial regresan a Estados Unidos con los extremismos políticos a la orden del día y con el Ku Klux Klan emocionado por el triunfo de Donald Trump.
En 1939, en alusión a los ahorcamientos de los negros en el sur de Estados Unidos, Billie Holiday cantó en 'Strange Fruit': "Los árboles del sur tienen una fruta extraña: sangre en las hojas y sangre en las raíces; cuerpos negros balanceándose en la brisa sureña, fruta extraña colgada de los álamos". En 2016, A Tribe Called Quest cantó en 'The Killing Season': "Debe ser temporada de asesinatos. En el menú se ofrece nuevamente una fruta extraña".
Según un estudio elaborado por The Washington Post, de enero a agosto de este año han muerto 123 negros y 79 latinos a manos de la policía estadounidense. Además, más de 2.8 millones de afroamericanos han sido encerrados en prisión debido a la "violencia de Estado", de acuerdo con Black Lives Matter.
La brutalidad policial no sólo afecta a los barrios de Miami, Ferguson o Detroit. También ha alcanzado a celebridades como Serena Williams, la segunda mejor tenista del mundo, quien en septiembre denunció cómo fue intimidada por un policía de Florida mientras conducía con su sobrino. "No voy a quedarme callada", escribió en su cuenta de Facebook, al tiempo de recordar las palabras de Martin Luther King: "llega un momento en el que el silencio es traición".
El último álbum de Beyoncé tiene varias referencias a los movimientos afroamericanos de los años 60. Canta en 'Don't Hurt Your Self': "¡Llámame Malcolm X, hijo de perra!". Más adelante retoma una parte del discurso pronunciado por el activista en 1962: "La persona menos respetada de América es la mujer negra. La persona menos protegida de América es la mujer negra". El videoclip de Formation, además, denuncia el abandono de las autoridades hacia las familias afroamericanas que se quedaron sin hogar tras el huracán Katrina que azotó Nueva Orleans en 2005.
A Tribe Called Quest sigue la misma línea en su canción 'We Are The People', que llama a iniciar un gran movimiento contra la xenofobia. En sus presentaciones, los raperos levantan el puño en el aire, como lo hicieran Tommie Smith y John Carlos en los Juegos Olímpicos de México 68.
Hace no mucho tiempo Michael Jordan recordó cómo su padre fue víctima de "un acto de violencia sin sentido". Y a principios de diciembre, Stevie Wonder pidió ante la ONU acabar con "todas las etiquetas que nos dividen como civilización".
Ya quedan pocos días de incertidumbre. El 20 de enero Donald Trump tomará posesión como el presidente del país más poderoso del mundo y por fin se sabrá si la máscara que utilizó en campaña es su verdadero rostro. Y la comunidad afroamericana ya tiene el puño en alto, lista para lo que pueda venir.