PARÍS.- Se dice que Marilyn Monroe dijo una vez que si una chica cuenta con los zapatos apropiados, puede conquistar el mundo. El atractivo de los zapatos de tacón alto no es secreto entre las mujeres, que los han usado para atraer a los hombres en todos los tiempos, desde las calles de la antigua Roma hasta las de Nueva York.
Los tacones también han sido un símbolo controversial en el campo de batalla de la política de género. Sin embargo, ahora un nuevo estudio en Francia ha medido exactamente su poder. Científicos de la Universidad de Bretagne-Sud realizaron experimentos que mostraron que los hombres se comportan de manera muy diferente ante mujeres con tacones altos.
Los resultados, publicados en Internet en la edición digital de la revista especializada Archives of Sexual Behaviour (Archivos del comportamiento sexual) pudieran agradar a los abastecedores de calzado Christian Louboutin o Jimmy Choo, pero también frustrar a quienes piensan que los tacones de aguja alientan el sexismo.
El estudio concluyó que si una mujer con tacones altos deja caer un guante en la calle, tiene 50% más probabilidades de que un hombre se los recoja que si tiene puesto calzado sin tacón. Otra conclusión: una mujer con tacones tiene dos veces más probabilidades de persuadir a los hombres a detenerse en la calle y responder a una encuesta. Y una mujer en tacones altos tiene que esperar la mitad del tiempo que las de calzado sin tacón para que se le acerque un hombre.
"El tamaño de los tacones de una mujer ejerce un efecto poderoso en el comportamiento de los hombres", dice el autor del estudio, Nicolas Gueguen, investigador especializado del comportamiento. "Sencillamente, hacen que la mujer se vea más hermosa".
Aunque Jean-Claude Kaufmann, sociólogo parisino que no participó en el estudio, consideró que "este estudio es muy significativo porque los resultados son claros y uniformes". Y abundó: "En una relación de seducción, los hombres se sienten muy atraídos por una mujer en tacones porque luce más alta, con más confianza, con una silueta más alta en que se le destacan los glúteos".
En términos sociales, los defensores de los derechos de la mujer han objetado los tacones altos, diciendo que refuerzan un estereotipo misógino: que las mujeres son objetos sexuales para el disfrute de los hombres. Sin embargo, hay otras opiniones. "Los tacones no subordinan a la mujer, les dan ventaja en el romance", dijo el sociólogo Kaufmann. "Los que es importante recordar es que la seducción es un juego".