Muhammad Ali, el indómito campeón peso completo cuyos demoledores golpes y avasalladora personalidad transformaron el deporte y le hicieron una superestrella mundial, ha fallecido, informó su familia. Tenía 74 años.
De acuerdo con el portavoz de la familia, Ali murió debido a un choque séptico provocado por causas naturales no especificadas.
Ali padeció el mal de Parkinson, una enfermedad de afectó su capacidad locomotora, pero no apagó su presencia. Figura sobresaliente en sus mejores tiempos, Ali siguió viajando y haciendo presentaciones en sus últimos años pese a quedar virtualmente enmudecido por los miles de golpes que recibió en su asombrosa carrera.
Fue un gigante de su época, un peleador veloz, combativo y fanfarrón cuya influencia fue sentida más allá del cuadrilátero. Se trabó en algunas de las peleas más memorables de la historia, pese a ver su carrera interrumpida por más de tres años cuando se negó a registrarse para el servicio militar durante la guerra de Vietnam.
Doblegó al invencible Sonny Liston, protagonizó una emocionante trilogía de peleas con Joe Frazier y derrotó a George Foreman en Zaire.
Pero pagó un terrible precio por los aproximadamente 29 mil golpes a la cabeza que recibió en una carrera que le hizo una de las personas más famosas en el mundo.
"¡Soy el más grande!", gritó una y otra vez.
Muy pocos se atreverían a contradecirle.
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