Un acentuado individualismo, intolerancia a la frustración, deseos de satisfacción inmediata, así como un menor desarrollo ideológico son algunos de los rasgos que muestran las tendencias de la escritura actual en comparación con antaño.
Aquellos garigoleos que ornamentaban los manuscritos de los abuelos, que se inclinaban sobre el papel en elegantes lineas por lo alto y lo bajo del renglón, son sustituidos en la era digital por la llamada letra de molde, que entre los más jóvenes muestra rasgos muy redondeados y cortos.
Esta transformación invita a preguntarse qué revelan los trazos actuales sobre la sociedad que los produce.
Conoce aquí, a través de un estudio de grafología, la personalidad de varias figuras.
"El modelo caligráfico generacional influye en el condicionamiento social. En tiempos de mi abuela el trazo de la mujer era más que pequeño, suave y delgado; el del hombre más grande y fuerte: era una sociedad en la que dominaba el hombre", explica la grafóloga María Fernanda Centeno.
"Hoy los chicos de 14 años escriben como bolitas: la parte media de la escritura, que representa al Yo y a la parte emocional, es más grande y redondeada".
La zona alta de la escritura alude a lo racional e ideal; mientras que en la baja, a lo instintivo y los placeres físicos, añade.
"(La caligrafía actual) tiende a ser corta en la parte alta, y el trazo es más vertical", señala la experta, lo que denota inflexibilidad, intolerancia a la frustración o falta de adaptabilidad en las personas.
Hay quienes mezclan la manuscrita con la letra de molde; de acuerdo con Centeno, esto evidencia un rasgo de ansiedad más que una afectación cultural.
La grafología, el estudio de la personalidad a través de la escritura, surgió hace 400 años en Francia, con Hippolyte de Michon. El párroco y maestro notó que sus alumnos más conflictivos mostraban características de escritura comunes, y los más dóciles también. Así elaboró un modelo comparativo que ha ido evolucionando hasta convertirse en una rama de la psicología.
Hoy esta disciplina se aplica en áreas tan diversas como el reclutamiento de personal y la criminalística. También se puede utilizar para detectar ciertas conductas o abusos en niños.
Incluso, destaca Centeno, se ha desarrollado la grafoterapia, que permite trabajar aspectos de la personalidad a través del ejercicio de cambios conscientes en la escritura.
"Así como tu cerebro manda información a tus manos, con la programación neuroescritural tus manos le van a mandar información diferente a tu cerebro. Con esta terapia es posible encontrar el origen emocional de nuestros problemas y enfermedades".
Centeno defiende el carácter cientfíco de la grafología.
"Es la ciencia que estudia el proceso neurofisiológico que es la escritura; escribimos con el cerebro, es éste el que manda información a tus manos de qué estás pensando y cómo". Y es que no es lo mismo escribir después de tener un choque que al estudiar, pues en cada caso se están estimulando diferentes zonas cerebrales. "Por lo tanto tu escritura va a salir distinta".
La letra cambia con el tiempo y con las experiencias, abunda la especialista. "Es un proceso aparejado a cómo van cambiando tu cerebro y tus pensamientos". Ningún anciano escribe como lo hacía de adolescente; incluso en la madurez la propia firma va registrando leves modificaciones. "No es qué escribas, sino cómo lo escribas, proyectando tu personalidad, tus tipos de inteligencia, tu asertividad".
María Fernanda Centeno es abogada y la perito más joven del Tribunal Superior de Justicia en el área de grafología y grafoscopía. Es miembro del Colegio Mexicano de Grafología.
El talento para intepretar los rasgos de las letras le viene de familia, pues su madre, María del Carmen Muñoz, fue la primera grafóloga en el país.
Recibió el Premio Nacional de Lógica, es conferencista y participa como analista en medios de comunicación.
En la colonia Del Valle, tiene un café llamado "Grafo Café", donde ofrece análisis de grafología personalizados (www.grafocafe.net)
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