Rendir homenaje al colega y maestro fallecido nunca es una tarea fácil, pero unificar al gremio en un sentido adiós sólo lo consiguen los grandes. La partida del periodista Julio Scherer tocó las fibras más sensibles de los profesionales de la comunicación, a tal punto que les costó encontrar las palabras exactas para expresar su sentir.
Scherer García es una figura que concilia y causa profunda admiración, especialmente su valentía para enfrentar al poder. "Si el periodismo es indagar, si el periodismo es informar, si el periodismo es decir lo que al poder le molesta, ese periodismo sigue vigente con Julio Scherer", señaló el político y académico José Woldenberg.
"Lo que me llama más la atención a mí y que me resulta más agradecible, es que en un mundo en el cual la información estaba controlada, los proyectos de Scherer siempre fueron referentes muy importantes de libertad", agregó.
Opinión que comparte plenamente el analista y catedrático Lorenzo Meyer: "La figura de Scherer salva la dignidad, fue un hombre público en un medio corrupto hasta la médula. Fue un hombre honesto, contestatario, que mostró que sí se puede mantener una conducta de honestidad, una línea moral".
Más que simbólico resulta el deceso del periodista fundador de Proceso, en la triste etapa que sufre el país. "Llueve sobre mojado, se agudizan las partes negativas de la vida pública, desaparecen biografías que no se ven con mucha frecuencia. Eso de decir que deja un vacío es un lugar común, pero es cierto. Ya vendrán otros, nadie es indispensable, pero Don Julio se ganó su lugar en la historia a pulso y mientras exista gente como él queda algo de esperanza en México".
Algunos afortunados tuvieron la oportunidad de iniciar su carrera periodística frente al mejor maestro, como Fernando Ramírez de Aguilar. A los 16 años incursionó en el medio como asistente de redacción y formó parte de la plantilla de trabajadores que el 8 de julio de 1976 salieron del periódico Excélsior.
"Julio optó en un principio por crear la Agencia Cisa, Comunicación e Información S. A de C.V, que es lo que derivó después en la creación de la revista Proceso. Pero independientemente de eso, Julio fue un reporterazo, un personaje que trascendió incluso antes de llegar a Excélsior con sus libros".
Según Ramírez de Aguilar, el periodismo que ejerció Julio Sherer García "es el que ejercemos ahora, el único medio crítico ya no es Proceso. Su legado fue el fomentar el periodismo de investigación con el que muchos hemos alcanzado la credibilidad, gracias a esa ética que nos infundó".
Para el periodista Humberto Musacchio, con Julio Scherer inicia el gran cambio de esta profesión. "Lo saca del conformismo, de la actitud convenenciera que ha tenido siempre la mayor parte de la prensa mexicana, para hacer cumplir al periodismo lo que es su función, que es informar al lector de lo que ocurre. No hay que olvidar que el viejo Excélsior estaba rodeado de gente de primera, Manuel Becerra Acosta, Miguel Ángel Granados Chapa, Miguel López Azuara y varios más que eran periodistas muy probados".
Aclara, sin embargo, que también tuvo un lado negativo. "Fue un hombre muy grande, determinante para el periodismo nacional, pero mezquino en muchas de sus actitudes personales. En Proceso, es notorio cómo se fue deshaciendo de quienes le eran más leales, Froylán López Narváez, Carlos Marín, varios de los reporteros que habían sido siempre gente muy probada junto a él, los fue echando uno por uno".
El historiador Enrique Krauze también recuerda con cariño a Don Julio. "Fue el más importante periodista del siglo XX mexicano. Nadie como él, combatió la corrupción del sistema. El periodismo que ejerció sigue vigente gracias a la búsqueda honesta de la verdad, la investigación ardua, la captura de la noticia inesperada, del ángulo novedoso, la prosa intensa, siempre serán vigentes".
El historiador apuntó que el mayor legado de su colega "es la Revista Proceso, nada menos, una institución central de la vida mexicana. También sus reportajes magníficos, sus libros más personales, sus entrevistas. Pero sobre todo su pasión por el periodismo: esa pasión es su mayor legado".
El escritor y periodista argentino Miguel Bonasso manifestó que la muerte de Julio Scherer impactó a todo el continente americano. "Con Julio desaparece uno de los más grandes periodistas de América Latina de todos los tiempos. Es uno de los grandes. En la historia del periodismo latinoamericano, ¿habrá diez? Él está dentro de esos diez".
No obstante, lamentó que sus enseñanzas se perdieran por el mercantilismo. "El periodismo de Scherer no está vigente.
Lamentablemente hay una gran decadencia en todos nuestros países y a nivel mundial y eso tiene que ver con que hoy imperan los intereses mercantiles, el marketing, que la investigación periodística".
El caricaturista Helioflores dijo que nunca tuvo el honor ni la oportunidad de trabajar con él, pero siempre admiró su profesionalismo. "Demostró en México que se puede hacer un gran periodismo, distinto a ese comprado, hecho a base de boletines pagados por los gobiernos y de elogios para los funcionarios, periodismo que está completamente fuera de época. Con ello demostró que había otro tipo de periodismo, mejor al que estábamos acostumbrados hace 40 años".
En tanto que el columnista Rafael Cardona confesó que conocer a Scherer fue "como si a un seminarista lo llevan a conocer al Papa, así me sentí", pero también pide que no lo santifiquen. "Ni fue un santo, ni fue un Papa, ni fue un interlocutor con la divinidad. Fue simplemente un gran periodista, pero nada más, por favor, no lo canonicen".