Miguel Ángel Pallares
Considerado por sus más cercanos colaboradores como un hombre sencillo, apacible y amable, José Antonio Fernández Carbajal, presidente y director general de Fomento Económico Mexicano (FEMSA), ha tenido sobre sus hombros la responsabilidad de conducir la expansión nacional e internacional de la empresa y tomar decisiones complicadas, como deshacerse de Cuauthémoc Moctezuma, la cervecería que dio origen a la corporación.
Con una estrategia de consolidación en los sectores donde participa la empresa, el esposo de Eva Garza Lagüera Gonda y yerno de Eugenio Garza Lagüera ha logrado quintuplicar el tamaño de Femsa, convertir a su subsidiaria Coca-Cola Femsa (KOF) en el embotellador público más grande del mundo y colocar en el liderazgo nacional a la cadena de tiendas de conveniencia Oxxo.
"Muchos presidentes o CEOs son inaccesibles, pero con el ingeniero Fernández puedes dialogar, incluso estar en divergencia. Una de sus virtudes es ser humilde, yo creo que a veces peca en el sentido de que piensa que no hace lo suficiente. Tiene la capacidad de hacer equipo, poner metas y cumplirlas", dijo uno de los funcionarios de FEMSA, quien prefirió no ser citado.
José Antonio Fernández Carbajal llegó a FEMSA en 1987 y después de ocupar distintas posiciones asumió la dirección general del grupo en 1995. Tras seis años, aquel funcionario conocido como "El Diablo", un apodo que le pusieron de niño y que aun hoy no le molesta, asumió la presidencia del corporativo.
Al frente de FEMSA, la estrategia del ejecutivo se ha centrado en desarrollar el valor de sus marcas, expandir su capacidad de distribución y eficientar operaciones.
Durante la administración de "El Diablo", la compañía ha realizado más de 14 adquisiciones de diferentes compañías como embotelladores, farmacias y empresas lácteas, entre las que destacan Panamco, Jugos del Valle, Grupo Industrias Lácteas, Santa Clara, una participación accionaria en Coca-Cola Bottlers Philippines y Farmacias YZA, entre otras.
Pero a pesar de las múltiples transacciones, ha logrado mantener un balance positivo acumulando 50 mil millones de pesos en caja y una deuda de 64 mil millones al tercer trimestre del 2013, lo cual es visto por los analistas como uno de los indicadores de estabilidad de la empresa.
Para Marisol Huerta, analista de Banorte-Ixe, la adquisición de la panameña Panamco, en 2003, fue un catalizador de su internacionalización.
En los últimos seis años, ha invertido más de 6 mil millones de pesos en la compra de embotelladores dentro y fuera de México.
Pero para crecer, la empresa también ha tenido que tomar decisiones drásticas como desinvertir en activos como Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, operación de la que a cambio recibió 20 por ciento de las acciones de la holandesa Heineken.
"Logramos una fusión muy dolorosa, pero muy productiva y conveniente para el país, para la cervecería y para FEMSA", dijo este martes el ejecutivo, nombrado por la publicación Harvard Business Review como el mejor CEO de México y el número 15 a nivel mundial.
En abril de 2013, FEMSA alcanzó un máximo histórico en el precio de sus acciones con un valor de 151.72 pesos y su subsidiaria Coca-Cola Femsa hizo lo propio días después, al cotizar en 219.7 pesos sus títulos en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Este año, el número de tiendas Oxxo alcanzó un total de 11 mil en operación en el país.
Otros negocios que no ha dejado de lado Fernández Carbajal son las subsidiarias Imbera, Femsa Empaques y Femsa Logística, las cuales en su ámbito mantienen importantes logros en su crecimiento y un futuro muy promisorio. La perspectiva de FEMSA apuntan a seguir con la consolidación dentro y fuera de México, la cual ha sido apoyada por su mayor socio: The Coca-Cola Company.
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