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Tanya Stanich, una abogada de 43 años, eligió una serie de cuadernos Hello Kitty rosados y negros en el local de Sanrio Co. de Times Square, en Manhattan, y tocó un bolso de lentejuelas adornado con la cara de un gato de animación.
Stanich, que creció en Wisconsin, conoció al felino blanco que lleva un lazo rojo y no tiene boca a través de una tía de California, que le envió lápices, broches para el pelo, calcomanías y una caja de almuerzo de Hello Kitty. Ahora vive en el West Village de Nueva York, y Stanich dice que sigue comprando los artículos de escritorio porque le alegran la vida.
"Es agradable tener algo aniñado, llamativo y gracioso", dijo Stanich, una morena delgada que guarda su iPhone en un estuche de Hello Kitty. "Podría enloquecer aquí".
Admiradoras leales como Stanich han contribuido a hacer multimillonario a Shintaro Tsuji, de 85 años, el fundador de Sanrio, que tiene sede en Tokio. Desde que lanzó Hello Kitty en 1974, Tsuji ha conquistado el corazón y la billetera de niñas, mujeres y celebridades como Lady Gaga mediante el licenciamiento del personaje, que aparece tanto en muñecos como en aviones, bolsos de golf y hasta vibradores.
Las acciones de Sanrio se han duplicado este año, más que el aumento de 38 por ciento del índice bursátil Nikei 225 de referencia de Japón, y alcanzaron ayer el punto más alto en 52 semanas. La compañía, que vende tarjetas de regalo con personajes animados y opera parques temáticos además de producir y distribuir películas, tuvo ventas de 74 mil 250 millones de yenes (898.6 millones de dólares) en ventas en su último año fiscal, que terminó en marzo.
"La más reconocida"
"Debe ocupar un lugar muy importante entre las franquicias más reconocidas del mundo", dijo Ted Bestor, director del Instituto Reischauer de Estudios Japoneses de la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts.
Tsuji es presidente y máximo responsable ejecutivo de Sanrio, mientras que su hijo Kunihiko, de 61 años, es el máximo responsable operativo y vicepresidente ejecutivo. El multimillonario, que nunca ha figurado en una clasificación internacional de riqueza, controla 1.8 millones de acciones de Sanrio de forma directa y 18.1 millones más a través de Kunihiko y de trusts que están en manos de su esposa, Yasuko.
Toshifumi Kato, un funcionario de relaciones con los inversores de Sanrio, dijo que Tsuji no estaba disponible para hacer declaraciones sobre su patrimonio neto.
El multimillonario, que ha escrito boletines de la compañía con el seudónimo de Strawberry King (Rey Frutilla), nació en el seno de una familia rica que dirigía restaurantes y hoteles en la prefectura de Yamanashi, una región rural a unos 100 kilómetros (63 millas) de Tokio, según "Hello Kitty: The Remarkable Story of Sanrio and the Billion Dollar Feline Phenomenon" (Hello Kitty: La notable historia de Sanrio y el fenómeno felino multimillonario), un libro de los periodistas Ken Belson y Brian Bremner que se publicó en 2003.
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