Héctor A. Chávez Maya
México se encuentra entre los primeros países con mayor deforestación en el mundo, ya que en el periodo 2005-2010 se perdieron alrededor de 155,000 hectáreas de bosques y selvas por año, cifra menor a la reportada para 2000-2005, que alcanzó las 235,000, establecen cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Sin embargo, datos del Inventario Nacional Forestal registran hasta 326,000 hectáreas anuales en el mismo periodo.
Las "Estadísticas a propósito del día mundial forestal" del INEGI indican que en 2011 México perdió 13,246 hectáreas bajo el concepto de cambio de uso de suelo autorizado, lo que equivale a un incremento de 58% con relación a un año atrás.
Una de las causas fundamentales de la deforestación de los ecosistemas boscosos es el aumento de la producción de alimentos para consumo humano o ganado, pero sus consecuencias son tan importantes y devastadoras que está catalogada como la principal amenaza para los ecosistemas, para las especies que viven en ellos y para la continuidad de los servicios ambientales.
El ecosistema con mayor densidad de afectación fue:
Las entidades que registraron mayor superficie autorizada para cambio de uso de suelo fueron Baja California, Coahuila, Jalisco, Nuevo León y Sonora.
Otro de los factores de deforestación, destaca el informe, fueron los incendios forestales, que en 2012 sumaron un total de 7,170 y que afectaron 347 mil 226 hectáreas en todo el país.
Las entidades que sufrieron más pérdidas en superficie fueron Sonora, Chihuahua, Durango, Coahuila, Baja California y Jalisco, y entre las que reportaron el mayor número de incendios están Chihuahua, Estado de México, Michoacán y Jalisco.
Reorientar inversión
Gustavo Sánchez presidente de la Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales (Mocaf), consideró que los apoyos gubernamentales a las plantaciones desde hace más de dos décadas han sido ineficaces, debido a:
Informó que a pesar de que entre 2000 y 2012 el presupuesto destinado a la Conafor se elevó en más de 3,200%, al pasar de 2,150 millones a 7,000 millones de pesos, la producción de bienes forestales ha ido a la baja y se sigue detectando una alta tasa de deforestación.
Por ello se requiere de una reorientación de la inversión, dijo, pues se destina mucho a temas de conservación pasiva, que no genera empleos ni desarrollo, cuando lo que se necesita es fortalecer el programa de servicios ambientales para mejorar el manejo de aprovechamiento de manera que se estimule a quien esté realizando cultivo del bosque.
"Si se continúa en esta línea, aproximadamente 2.5 millones de hectáreas que están bajo pago por servicios ambientales podrían en unos años estarse incorporando al manejo forestal, y en el mediano plazo a la producción. Eso permitiría que con el tiempo, aunque dejen de percibir servicios ambientales, esos predios estarían siendo productivos y sostenibles."
Cabe señalar que hay una presión sobre muchas superficies forestales para dedicarse a la minería, desarrollos turísticos, agricultura y ganadería o para cuestiones inmobiliarias, dependiendo de las regiones.