Con este lanzamiento Volvo da un paso más hacia su visión de tener un portafolio 100% eléctrico para 2040, y al mismo tiempo nos anticipa el futuro en términos de diseño. Aunque tiene no sólo una esencia similar en temas estéticos, sino que también comparte la misma plataforma a uno de su hermano XC40, este SUV logra tener su propia identidad gracias a una parte trasera finamente pensada para hacerla ver más juvenil, deportiva y agresiva. Técnicamente estamos hablando de un SUV coupé subcompacto premium eléctrico.
Por dentro mantiene las mismas características que ya hemos visto en otros Volvo. Un cuadro de instrumentos digital con buenos gráficos, salidas de aire angostas pero alargadas y una pantalla de infoentretenimiento vertical con pocos menús y sólo las opciones necesarias. Tiene un aire minimalista pero aún no cruza esa línea.
Además hay juegos de texturas de diferentes materiales, desde plásticos duros con relieves, gamuza sintética en los laterales y las vestiduras, incluyendo asientos, volante y palanca, están hechos de materiales sustentables, dejando en el pasado el uso de piel. Tanto los ensambles como acabados son de muy buena calidad.
En términos de manejo, la historia no es muy diferente y también nos da una gran satisfacción. Este SUV tiene una excelente marcha. A pesar de su gran peso debido a sus grandes baterías, es muy fácil llevarlo. La dirección es precisa, la suspensión es firme pero logra filtrar bien las irregularidades y las aceleraciones se logran de manera contundente, más incluso que un eléctrico promedio. Eso sí, nos gustaría que el frenado fuera más progresivo, pero a su favor, se puede regular con la asistencia de los motores.
En cada eje hay un motor, haciendo que tengamos tracción integral permanente. Las baterías están ubicadas en el piso, consiguiendo un centro de gravedad bajo, lo que resulta en una dinámica de conducción muy buena. En altas velocidades o en curvas pronunciadas, el auto se siente firme y pegado al piso. Destaca la opción de One Pedal Drive, que hace que sólo con el pie derecho podríamos controlar el auto. Aceleración al presionarlo, frenado al soltarlo. La sensación es igual que un frenado regenerativo, sólo que más fuerte.
Con un estilo sofisticado pero con un toque deportivo, C40 Recharge captura toda nuestra atención. Se maneja muy bien y cuenta con las asistencias de seguridad básicas pero suficientes tanto para recorridos en ciudad como en carretera. Sin embargo, sólo promete una autonomía de un poco más de 440 km, que aunque es una cifra aceptable, muy pronto se va a quedar corta.
Motores eléctricos: | Síncronos de imán permanente Potencia: 402 hp Par máximo: 487 lb-pie Baterías: ion-litio, 75 kWh |
Transmisión: | Tren de engranes en pares de una sola velocidad, tracción integral permanente |
Desempeño | Vel. Máx. 180 km/h 0-100 km/h: 4.7 s |
Rendimiento | 4.7 km/kWh, autonomía 436 km |
Neumáticos | 235/50 R19 103V Del. 255/45 R19 104V Tras. |
Seguridad | Siete bolsas de aire, ABS, EBD, ESP, TC, PD, HSA, CTA+AB, LDW, EBA+AB, ACC, AA, TPMS y TSR |
Gama de precios | Desde 1,379,900 MXN |
Unidad probada | C40 Recharge Twin Ultimate |