Tras casi 17 años, en los que fue perseguido por las autoridades mexicanas, se exilió en Israel y regresó a México, Alonso Ancira está a un paso de levantar la suspensión de pagos de su empresa Altos Hornos de México (AHMSA), la mayor productora de acero del país.
El próximo lunes se llevará a cabo una asamblea con acreedores y tenedores de pagarés en las oficinas principales de AHMSA, en Monclova, Coahuila. De esa reunión, el llamado 'rey' del acero planea salir con el voto favorable sobre el plan de pago por mil 700 millones de dólares, mismos que prevé liquidar en un plazo de tres años.
A Alonso Ancira le urge que se levante la suspensión de pagos de su empresa para volver a tener acceso a los mercados de capitales. El objetivo de la minera y acerera, cuya concesión fue adjudicada en 1991 durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, es regresar a cotizar a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y aprovechar la apertura del sector energético en México, así como el boom de la industria automotriz y el desarrollo de infraestructura, los cuales demandan grandes cantidades de acero.
El convenio preacordado con los fondos Black River Asset Management LLC y D.E. Shaw & Co, que poseen la mitad de los derechos a pago reconocidos, incluye la opción de capitalización, con la cual podrán recibir acciones ordinarias de AHMSA. Se espera que tras la firma del plan de pago, la siderúrgica retome el proceso para colocar parte de su capital en la BMV, a más tardar en 2017, y fondear proyectos mineros y de gas.
Fue en mayo de 1999 cuando AHMSA se acogió a la Ley de Quiebra y Suspensión de Pagos, tras una fuerte caída del precio del acero que afectó su flujo de efectivo. Dicha ley le permitió seguir operando y evitar la quiebra y liquidación de activos. También la protegió contra sus acreedores (en ese entonces decenas de bancos), al librarla del pago de intereses acumulados y mantener la deuda al tipo de cambio de ese entonces. En el 2000, esta ley fue reemplazada por la Ley de Concursos Mercantiles.
Ancira logró mantener la operación de AHMSA, aun durante su exilio en Israel – donde también se hizo de una mina de cobre–, y en julio del 2013 puso en marcha su proyecto insignia: la siderúrgica El Fénix en Coahuila, que como el ave dio al dueño de AHMSA la oportunidad de regresar, por la puerta principal, a las grandes ligas de los negocios en México. Como muestra de ello, el presidente Peña Nieto y el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, inauguraron dicho complejo industrial.
Hoy AHMSA está mejor que nunca. En 1999 –año de la suspensión de pagos–, producía 3.4 millones de toneladas de acero líquido y al cierre del 2015 aumentó a 5 millones. "Somos el único productor mexicano de láminas, hojalata y acero sin estaño, y nuestro proyecto El Fénix, autofinanciado, añadió 1.1 millones de toneladas a la capacidad de producción", se jacta Ancira.
Al cierre de septiembre del año pasado, la empresa facturó 31 mil 798 millones de pesos, su flujo operativo (EBITDA) sumó 122 millones de pesos y tenía activos por 63 mil 593 millones de pesos. El 82 por ciento de sus ventas se generaron en México, 14 por ciento en Estados Unidos y el resto en Israel, Jordania y otros países.
Pero la suerte no termina de sonreírle a Alonso Ancira. Hace un par de semanas, este empresario, quien considera a Enrique Peña Nieto su amigo y a Vicente Fox un personaje 'cantinflesco', salió a relucir en los #PanamaPapers, la mayor filtración de documentos relacionada con operaciones de multimillonarios y empresas offshore.
De acuerdo con el semanario Proceso –uno de los que tuvo acceso a los documentos–AHMSA enviaba periódicamente dólares a una cuenta en Panamá, a través de Carlyle Technologies Corp., una firma creada en febrero del 2006. Luego, en 2009, en plena crisis económica, altos ejecutivos de la siderúrgica compraron un departamento en un exclusivo condominio de Punta Mita, en Nayarit, valuado en más de 2.6 millones de dólares. La operación se hizo a través del despacho Mossack Fonseca.
El 13 de noviembre de 2008, tras adquirir una participación accionaria de 10 por ciento en el Grupo Acerero del Norte, controladora de AHMSA, Carlyle designó a Ancira y al estadunidense James Stuart Pignatelli, también miembro del Consejo de Administración de AHMSA, como sus apoderados.
A través de sus voceros, Ancira –muy a su estilo– dijo que su empresa puede hacer negocios con quien desee, puesto que todas las operaciones comerciales se han reportado ante la autoridad y están registradas en la BMV. El SAT investiga a 33 empresas y personas que salieron a relucir en los llamados 'Papeles de Panamá'. Su titular, Aristóteles Núñez, debe ser el único que podría borrarle la sonrisa con la que saldrá el próximo lunes del corporativo de AHMSA, tras firmar el plan de pago con sus acreedores… 17 años después.
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