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De ‘unicornio’ a ‘pegaso’: mexicana Kavak alcanza valor de 8,700 mdd

A cinco años de su lanzamiento, la empresa que basa su modelo de negocio en la compra y venta de autos seminuevos rebasa en valor a empresas mexicanas que tienen en el mercado más de 40 años. ¿Cuál ha sido la fórmula del éxito?

Carlos García Ottati, nacido en Venezuela, llegó y observó los problemas para comprar un coche usado. (Foto de Enrique Ortiz)

¿Qué tiene México que las oportunidades parecen más visibles para quienes llegan y no para quienes lo habitan desde siempre?

Carlos García Ottati, nacido en Venezuela, llegó y observó los problemas para comprar un coche usado; cinco años después, motivado por esa dificultad, pulió un sistema y ahora encabeza una empresa que --revela en entrevista para Bloomberg Businessweek México-- ya vale 8 mil 700 millones de dólares.

Abran paso, Soriana, Chedraui o Lala… ese monto supera lo que valen esas históricas empresas nacionales. He aquí un nuevo empresario relevante.

García Ottati vende coches usados en la Ciudad de México, en el Estado de México, en Guadalajara, Monterrey, Querétaro y Puebla, pero definir así la actividad limita la dimensión del negocio.

Vende coches usados como lo hace Carvana en Estados Unidos, por ejemplo. También está en ese ambiente Carnext, la compañía europea cuya marca destaca en el casco del holandés Max Verstappen en Red Bull, el equipo de Fórmula 1 en el que comparte colores con el mexicano Checo Pérez, quien en el suyo pintó otras letras: Kavak, la compañía a cargo de García Ottati.

Él, queda claro, vende coches usados… pero antes, su equipo técnico los revisa en enormes naves industriales como la de Lerma, en el Estado de México, que asemejan plantas de producción. Ahí, su base de datos informa de qué piezas suelen gastarse primero en un, digamos… Jetta. Los mecánicos verifican su condición y las cambian, de ser necesario.

El automóvil es reacondicionado y después de dejarlo como una pera, es fotografiado para subir esas imágenes a plataformas digitales que lo hacen sumamente deseable.

Luego, la creciente oferta de préstamos de Kavak, lo hace accesible. Para quien no puede pagarlo de contado, la compañía ofrece el crédito en cuestión y entonces sí, el negocio está hecho: Kavak muta en grupo financiero.

Sucede que García Ottati sumó a sus actividades la del otorgamiento de dinero a quien ya posee un automóvil, pero necesita capital temporalmente para salir de un problema o para lo que sea. El coche es la garantía. Muy a la manera del empeño.

Por eso en buena medida, este “unicornio” acaba de levantar 700 millones de dólares de capital en su ronda E. Ese monto, asegura, es lo que le confiere su nuevo valor de 8 mil 700 millones de dólares.

La cifra es superior al “market cap” de 7 mil 700 millones de dólares de Grupo Carso y los 6 mil 232 millones de dólares de Televisa.

¿Qué opinan de haber superado a esas empresas?

“Admiramos a todas las empresas de la región, pero estamos orgullosos del producto que lanzamos al mercado por todos los problemas que estamos resolviendo”, sostiene el director general de la compañía.

“Era un mercado que estaba lleno de fraudes, de procesos inseguros, 4 de cada 10 clientes de un vehículo seminuevo se enfrentaban a un fraude, y solo 5 por ciento tenía acceso a financiamiento, estamos orgullosos de poder erradicar este problema y dar garantías necesarias para darle a las personas una herramienta que eleva la calidad de vida: un automóvil”.

¿Cómo perciben la nueva valuación? ¿Hay riesgos en ésta?

“Comparativamente con la industria somos 25 a 30 veces más eficientes, entonces nuestra valuación y el capital que estamos levantando es reflejo de lo que será nuestro futuro, ahora tenemos muchos inversionistas para saber en qué apostar ahora con estos recursos, y gracias a Dios, se usaron para crecer y esperamos que el camino sea 50 veces más grande”.

¿Y para qué usarán el dinero?

Con los 700 millones de dólares que obtuvieron en esta última ronda de inversión, la empresa planea expandir sus capacidades en México, llegar a nuevas ciudades, como Mérida. También, aumentar su dimensión en sus nuevos mercados, Argentina y Brasil, a donde llegaron este año.

“Nosotros crecimos en 5 años y eso genera mucha deuda técnica, de cosas que podemos mejorar, una parte es invertir en tecnología y equipos, anunciamos en todos los países que operamos un hub tecnológico. Queremos reclutar en los próximos 12 meses, 500 desarrolladores que nos permitan acompañar el crecimiento y experiencia del cliente”.

En México pretenden instalar dos centros de desarrollo tecnológico ubicados en Guadalajara y Ciudad de México en los que planea contratar a más de 100 ingenieros en software, mismos que tendrán acceso a los mejores paquetes de compensación de Latinoamérica, incluyendo acciones de la empresa, además de la opción de reubicarse conforme continúe la expansión internacional en otros países y continentes. Los otros dos centros se ubicarán en Sao Paulo y Buenos Aires.

Contó que otra parte del capital es para ampliar el inventario, “somos tan buenos como las opciones que le ofrecemos al cliente”, advierte.

No está solo

Carlos García Ottati fundó Kavak con dos emprendedores más: su hermana, Loreanne, y Roger Laughlin. Identificaron una necesidad cuando ellos mismos tuvieron problemas al vender y comprar un auto usado en México, lo que levantó la señal de alerta de que se trataba de un problema real que incluso afectaba a varios países de América Latina. Fue así como iniciaron marcando algunos diferenciadores frente a las agencias o lotes, como la oferta de una garantía de tres meses y siete días o 300 kilómetros de prueba para devolver el auto.

Ofreciste Kavak a muchos... y muchos te rechazaron

“Para cualquier emprendedor es igual, cuando arranqué este proyecto en 2016 le contaba a inversionistas sobre el interés que tenía en financiar autos seminuevos, dar garantías, y todo el proceso de logística para formalizar el mercado, muchos pensaban que estaba loco”.

El primero en apoyar la idea fue Nazca, recuerda el CEO de Kavak. Se trata de un fondo de capital privado encabezado por Jaime Zunzunegui, un ex analista de UBS graduado por el ITAM que también pasó por CIE; y por Héctor F. Sepúlveda, graduado en ingeniería industrial por la Iberoamericana, quien también es parte del consejo de Kavak.

“Después de eso muchos empresarios nos apoyaron en su momento, como los fundadores de Comex”, detalla García Ottati.

Pero, mucho del capital ya no vino de fortunas mexicanas, sino de grandes corporaciones internacionales: General Catalyst, SoftBank, DST Global, Greenoaks Capital, D1 Capital Partners, Founders Fund, Ribbit Capital, Bond Capital, Kaszek Ventures.

“Para esta nueva ronda nos acompañaron socios anteriores, pero se sumaron nuevos como General Catalyst, que es un fondo espectacular que invierte en otras partes del mundo, también Tiger Global, entre otros inversionistas, que no solo son socios inversionistas, sino que están apasionados por la industria y entienden la transformación que debe ocurrir con el futuro de Kavak y cómo cambiará la industria. Lo mejor está por venir”, apuesta Carlos García.

México en el mapa

Es difícil decir si México puso en el mapa a Kavak o sucedió al revés a la vista de grandes fondos de inversión.

“El atraer socios nuevos a Kavak hace que también los fondos miren hacia la región e inviertan en otros emprendedores”, considera el CEO de Kavak.

“El mejor talento y capital deben construir el futuro, ahí es donde viene el cambio y la economía crece y si eres un talento debes trabajar para construir el futuro, y ese es el aprendizaje que nos debemos llevar todos, así como Kavak, también hay otras startups que valen la pena”, dijo Carlos.

Para la consultora Baker McKenzie, Kavak forma parte del grupo de empresas como Bitso, Clip, entre otros, que son una muestra que el ecosistema emprendedor mexicano está entrando rápidamente en un momento de expansión que posicionará al país más cerca de sus contrapartes en la región, como Brasil y Argentina, que cuentan con empresas unicornio que incluso pueden resultar familiares para el consumidor mexicano, como Nu Bank, Mercado Libre y Despegar.

“La creación de estos unicornios puede servir como un termómetro del emprendimiento e innovación en el país, que a pesar de que ha visto cómo el financiamiento gubernamental a los pequeños emprendedores se ha reducido, parece no estancarse. Asimismo, sirve como un escaparate para otras empresas y emprendedores, que se mantienen en el radar de los fondos de capital de riesgo y capital privado nacionales y extranjeros, esto a su vez genera un círculo virtuoso para la economía mexicana y la creación de empleos bien remunerados”, describió Baker McKenzie en su reporte “El ecosistema emprendedor mexicano y su periodo de expansión”.

Un emprendedor latinoamericano muy mexicano

Carlos llegó a México en 2014 y dice que fue recibido con las puertas abiertas. Llegó para dirigir la oficina de Linio, un marketplace virtual, y entonces percibió la oportunidad para construir proyectos.

“Hasta que no pierdes todo, no entiendes qué valorar y qué no valorar. Yo llegué sin nada, dejé a mi familia y a mis amigos en Venezuela y llegué a construir. México es un país lleno de oportunidades en el que lo único que hace falta es trabajar y hacer las cosas bien”, destaca.

Habitó varias ciudades de Europa, Estados Unidos y de América Latina, pero es en la Ciudad de México en donde Carlos ha vivido más tiempo.

“Estoy agradecido con México. Soy venezolano, pero soy latinoamericano en esencia. Estoy orgulloso de lo que hemos construido pero sobre todo emocionado por lo que el país tiene para dar. Mucha gente que está aquí no aprecia lo que tenemos”.

Carlos estudió la carrera de Economía en la Universidad Católica Andrés Bello y después un MBA en la Universidad de Oxford, en Reino Unido, de donde fue ingresado como practicante de posgrado en Amazon.

¿En Kavak no cometen errores?

“Yo creo que cuando uno construye algo que no existe se equivoca mucho, nos hemos equivocado mucho en el camino y eso significa que estamos tomando decisiones y hacemos muchas cosas mal para hacer muchas cosas bien”.

“No hay empresa en América Latina que crezca a la misma velocidad que nosotros, pasamos de 300 a 4 mil 700 trabajadores en un año, hay que entrenar bien a nuestro equipo para atender conforme crece la empresa, y son múltiples ciudades con muchos idiomas y la velocidad hace que se rompan muchos procesos”.

En marzo de 2021 Kavak anunció su llegada a Argentina con la fusión de Checkars, donde también se comprometió a una inversión de 10 millones de dólares. En Brasil anunció que invertirá 500 millones de dólares.

La estrategia contempla contratar a más de mil personas en seis meses que terminan con 2021 y establecer el centro de reacondicionamiento vehicular más grande de Latinoamérica en Sao Paulo, para lograr la compra de 100 mil automóviles y 50 mil coches vendidos a finales de 2022, solo en Brasil.

Disruptores

Kavak se convirtió en una piedra angular para la transformación del mercado automotriz en México y América Latina.

Esta compañía vino a transformar y apostar por un negocio un tanto olvidado por las agencias de autos tradicionales como CAMSA, Grupo Cleber, Gocar, Grupo Solana, entre otros, que si bien tenían un portafolio de autos usados, nunca habían expandido su tecnología para llevarlo a más lugares de México, ni hacerlo más accesible al mercado.

“Estas plataformas vinieron a cambiar el modelo de compra de autos usados, que está medido en un mercado de 11.7 millones de unidades, que esto -en medio de una escasez de autos por la crisis de abasto en semiconductores- son un mercado muy valioso”, comentó Brais Alvarez Gallardo, Automotive Account Manager de la consultora J.D. Power México.

Incluso, señaló que Kavak es parcialmente similar a la historia de Netflix, pues apostaron por un cambio en la industria necesario pero que los distribuidores de vehículos descuidaron.

“Ahora los vemos adentrándose a este tipo de negocio, pero están lejos de los avances que ya lograron estas plataformas”, agregó.

Francisco Lecuona Patiño, director general de GSA Leasing, dijo que también es fundamental el financiamiento para estos autos que comúnmente se compraban al contado, por lo que fue algo que cambió en la industria.

Carlos García de Kavak es tajante. Asegura que no compite con las agencias automotrices a las que considera sus “aliadas”. Su meta, sostiene, es atacar el mercado informal.

“Más de 90 por ciento de las operaciones de este mercado ocurren entre particulares sin información o poca, y también queremos dar acceso a financiamiento, no queremos que la gente ahorre toda su vida para tener un auto, al final todos trabajamos en dar a las personas una mejora de vida”, explicó.

A nivel internacional existen empresas con un modelo similar a la operación de Kavak; un ejemplo es Carvana, empresa de Estados Unidos que vende por internet automóviles usados y que fue apodada como el “Amazon del automóvil”. Ellos prometen a las personas ahorrarles en promedio mil 400 dólares por cada operación en comparación con los concesionarios tradicionales.

Esta compañía tiene un valor en el mercado de Nueva York de 27 mil 553 millones de dólares, lo cual habla del gran potencial que tiene Kavak en América Latina, mercado donde hay pocos competidores similares como OLX.

Por cierto, Carlos ¿qué participación tiene ‘Checo’ Pérez en Kavak?

Desafortunadamente, García evita brindar el detalle al respecto, pero destaca que una parte importante de su historia fue la integración del piloto de Fórmula 1 y del portero del Club América, Guillermo Ochoa, como accionistas de la empresa, para lo cual la empresa señaló que fueron alianzas ganar-ganar, donde ellos como embajadores de la marca, pueden darle impulso.

A cambio, el CEO de Kavak brinda otro detalle: sus coches en casa son un Honda Fit y una Sienna, minivan de Toyota.

Este texto es parte de la revista Bloomberg Businessweek México ‘Kavak, la startup mexicana que ya vale más que Televisa’. Consulta aquí la edición fast de este número.



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