Agustin Johnsen sabía que ya no usaba tanto Facebook, pero fue hasta hace poco que él y su esposa tuvieron una idea clara de cuán poco utilizaban la red social más grande del mundo. “Nos casamos hace tres años y ni siquiera habíamos actualizado nuestro estado”, cuenta Johnsen, quien vive en la Bahía de San Francisco y se registró en Facebook en 2004. “En los días de su apogeo eso lo hubiéramos cambiado de inmediato”.
Johnsen, de 38 años, no ha dejado de compartir actualizaciones importantes de su vida en internet, pero no lo hace en Facebook. Publica fotos de sus hijos en un grupo privado de amigos y familiares en Instagram, y la mayoría de sus conversaciones las tiene en iMessage de Apple, pues dice que se siente más íntimo. “Facebook parece un pueblo fantasma. Los efectos de red funcionan tanto en dirección descendente como ascendente, no querrás ser el bicho raro que obliga a sus amigos a volver a Facebook”.
Meta Platforms Inc. sigue siendo, de lejos, la mayor compañía de redes sociales del mundo, con mil 930 millones de usuarios diarios solo en Facebook, más los numerosos usuarios de Instagram y WhatsApp. Pero por primera vez en sus casi 20 años de existencia, la base de usuarios diarios de la red se redujo durante el trimestre de diciembre, lo que hizo que su valor de mercado perdiera más de 300 mil millones de dólares en las semanas siguientes y reforzó la percepción de que sus mejores días quedaron atrás.
Facebook tiene una fuerte competencia de rivales como YouTube, Snapchat y TikTok, así como iMessage, FaceTime (también de Apple) y Discord, además de otros servicios de chat que pudieran no parecer competidores directos.
Aunque el servicio de Meta ha sido durante largo tiempo la forma dominante de las redes sociales, siempre ha competido con otras formas de socializar y compartir en internet. La compañía se ha apoyado mucho en ellas (mensajería privada, video, realidad virtual) como una forma de anticiparse a los gustos cambiantes. Sus desafíos emanan no solo de las deficiencias en el desarrollo de productos, sino también, a menudo, del daño que ha causado a su propia marca.
Durante años los problemas de privacidad han estado erosionando la confianza en Facebook, empujando a algunos usuarios hacia otros servicios en los que los mensajes y las fotos son más privados. En Estados Unidos, el mercado publicitario más valioso de la empresa, su base de usuarios lleva dos años estancada. Según una encuesta de Forrester Research Inc., en 2021 el 66 por ciento de los adultos estadounidenses usaron Facebook semanalmente, frente al 69 por ciento de 2020. Entre los jóvenes, un grupo en el que Facebook enfrenta más competencia, las caídas son más pronunciadas: solo el 49 por ciento de los jóvenes de 18 a 24 años usaron Facebook semanalmente en 2021, frente al 55 por ciento del año previo. Eso significó que la aplicación de video TikTok, que fue utilizada por el 50 por ciento de las personas en ese grupo etario, fue más popular que Facebook por primera vez.
El problema de Meta es que necesita más de una solución, dice Mike Proulx, un director de investigación de Forrester. Rivales como TikTok han ideado nuevas formas para que las personas compartan, como permitir que los usuarios publiquen un video musical o un clip de ellos reaccionando a la publicación de otra persona, lo que hace que Meta se esfuerce por copiar las nuevas funciones. Además de las preocupaciones por la privacidad, la reputación de Meta se ha visto dañada por la idea de que es un lugar lleno de gente “vieja”, lo que resulta menos atractivo para los adolescentes. “Facebook está perdiendo relevancia”, asegura Proulx.
Pero Mark Zuckerberg se ha estado preparando para esta transición durante años. Meta gastó la asombrosa suma de 19 mil millones de dólares para comprar WhatsApp en 2014 e impulsar su negocio de mensajería privada. Apenas un mes después, compró la empresa de realidad virtual Oculus, lo que nuevamente ilustra su convicción de que la comunicación basada en feeds era solo una de las formas en que las personas pueden compartir.
En 2019, Zuckerberg argumentó que la mensajería privada reemplazaría las interacciones basadas en feeds como la principal forma en que las personas interactúan en los servicios de su empresa. “Espero que las futuras versiones de Messenger y WhatsApp se conviertan en las principales formas en que las personas se comunican en la red de Facebook”, escribió.
Y efectivamente, la popularidad de la mensajería privada se ha disparado en todo el mundo en los últimos años. Las apps de mensajería fueron utilizadas por casi 3 mil 100 millones de personas en 2021, según EMarketer, unos 500 millones más que en 2019. Se espera que esa cifra crezca en 400 millones adicionales para 2025. Las plataformas de mensajería de Meta aparecen, pues, como fuertes coberturas contra la erosión de su tradicional producto basado en feeds.
Parte de la popularidad de los servicios de mensajería se debe simplemente al mayor uso de teléfonos inteligentes en el mundo, pero un creciente interés en la privacidad, inspirado en parte por las propias prácticas de Meta, ha empujado a las personas hacia servicios que a menudo no tienen publicidad y están encriptados. El otoño pasado, Forrester descubrió que solo el 41 por ciento de los adultos estadounidenses confían en Meta; en el Reino Unido ese porcentaje fue solo del 26.
Byron Perry, de 38 años, residente en el Área de la Bahía y fundador de una serie de sitios web de noticias y entretenimiento en Asia llamados Coconuts, se unió a Facebook casi inmediatamente después de que apareció. Ahora prácticamente abandonó esa red social en favor de la mensajería privada, citando preocupaciones de privacidad, aunque todavía usa WhatsApp, que está cifrado. “Realmente me han disuadido los escándalos en los que ha estado involucrado Facebook”, dice. “Soy muy consciente de cómo se cuantifica todo lo que hago, se convierte en datos y luego se monetiza”.
La competencia es intensa en la mensajería privada. WhatsApp de Meta tiene más de 2 mil millones de usuarios en todo el orbe y es la principal red privada en países como Brasil e India. Pero Meta enfrenta una dura competencia de los servicios líderes en Asia, incluidos Line en Japón, Kakao en Corea del Sur y WeChat en China. Messenger, el otro servicio de mensajería de Meta, experimentó una disminución de más del 20 por ciento en los usuarios tanto en Japón como en Corea del Sur en 2021, según EMarketer. Meta no opera en China.
En Estados Unidos, las ambiciones de Meta en el campo de la mensajería se han topado con un adversario cada vez más familiar: Apple. Zuckerberg ha dicho que iMessage es por mucho “el mayor competidor de Meta” en mensajería desde 2018. Y sugirió en enero de 2021 que el éxito de Apple se debe a ventajas injus-tas, como que iMessage ya viene instalado en los iPhone.
Zuckerberg también comenzó a describir a TikTok como un rival importante, y señaló que los videos de formato corto se están volviendo cada vez más populares entre los usuarios más jóvenes. “La gente tiene muchas opciones sobre cómo quiere pasar su tiempo, y las apps como TikTok están creciendo muy rápido”, dijo durante el último informe financiero de Meta. Tiene razones para hablar bien de la competencia: es una forma de contrarrestar las acusaciones de que Meta es un monopolio anticompetitivo.
Empero, las preocupaciones de Zuckerberg parecen genuinas. Meta ha copiado algunos de los productos de TikTok para sus propias aplicaciones y en 2019 comenzó a probar Reels, un servicio rival para videos cortos. La función existe dentro de Facebook e Instagram. Zuckerberg declaró que Reels, lanzado a nivel mundial en 2020, es el “formato de contenido de más rápido crecimiento” de la compañía.
Ahora bien, los problemas de la principal app de Facebook podrían acelerarse si ya no es considerada el destino inevitable para las redes sociales. Cuando Jenna Vassallo, una residente de Boston de 36 años que trabaja en marketing en línea y es fotógrafa independiente, se unió a Facebook en 2005, parte de su motivación fue que todos los demás en su círculo parecían estar usándolo. Facebook “se sentía como un mal necesario”, dice, “amigos y familiares lo usaban para todo”.
En los últimos años, sin embargo, Vassallo casi no usa Facebook. Se ha pasado a otros servicios, algunos propiedad de Meta, como Instagram, y algunos competidores, incluidos hilos de conversaciones y FaceTime. Otras personas parecían estar haciendo sus propias migraciones, dice. “No estar en Facebook dejó de sentirse como un problema”.
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