Pocos años han arrancado tan intensos como el 2023. Y ese ritmo de actividad a nivel global y en México, seguramente dará el tono de lo que podemos esperar para los siguientes meses. Revisemos algunos de los procesos críticos que se pueden anticipar, pero sin dejar de considerar que, quizás como nunca, el mundo va a estar sujeto a sorpresas.
La recesión que no acaba de definirse.
Uno de los grandes temas económicos para este 2023 es la posibilidad de que el mundo pueda vivir una nueva recesión. El origen sería el incremento generalizado de las tasas de interés que han llevado a efecto los bancos centrales en buena parte del orbe, lo que tiende a producir una caída de la demanda que eventualmente puede traducirse en recesión.
Sin embargo, hay señales contradictorias. En Estados Unidos, la economía más grande del mundo, los datos del último trimestre de 2022 sorprendieron por su fortaleza y marcaron un crecimiento del PIB de 2.9 por ciento.
Pero, tal vez lo más importante sea la situación del mercado laboral en el que la tasa de desempleo se mantiene extremadamente baja, lejos de lo que tradicionalmente sucede durante las recesiones.
La segunda economía más grande del mundo, la de China, puede crecer más rápido de lo previsto en virtud del abandono de la política de “cero covid”, que el gobierno chino había mantenido desde el comienzo de la pandemia. Esto significa que los brotes de la enfermedad no conducirán al cierre de las actividades económicas, lo que tendrá un efecto positivo en el comportamiento de la producción y el comercio.
Sin embargo, habrá un inevitable costo humano en virtud de las escasas tasas de vacunación de la población y del hecho de que las vacunas chinas carecen de la suficiente eficacia frente a las nuevas variantes del coronavirus.
Con las dos economías más grandes del orbe con un desempeño razonablemente positivo, no se vislumbra una recesión cercana. Sin embargo, si la inflación no cede rápido y se extienden las alzas de las tasas todavía por varios meses, no debe descartarse que se presente la recesión en la última parte de este 2023.
La inflación y sus consecuencias.
La situación de la inflación es contrastante en el mundo. Pareciera que, en Estados Unidos, las políticas de la Reserva Federal han logrado un abatimiento consistente del crecimiento de los precios. Sin embargo, esa no es la circunstancia ni de Europa ni de la mayoría de las economías emergentes.
En términos generales la visión, aún en Estados Unidos, es que este año no se volverá a los niveles deseados de inflación. Por esa razón, las autoridades monetarias hasta ahora no consideran la posibilidad de que en 2023 inicie el ciclo a la baja de las tasas. Sin embargo, en los mercados financieros, hay señales de que los inversionistas piensan que sí habrá bajas.
En la medida que transcurra el año veremos mayor tensión entre quienes esperan esta reducción antes de que concluya el 2023 y los bancos centrales. Lo determinante será la trayectoria de la inflación.
Para México, el gran tema será si en algún momento del año la política monetaria se “desacopla” de la que lleva adelante la Reserva Federal.
Las tasas reales en México son altas mientras que en EU siguen negativas, por lo que no es imposible que en cierto momento de este 2023, el Banco de México decida ya no incrementar las tasas o incluso empezar el camino a la baja, lo que sin duda debilitaría el tipo de cambio del peso frente al dólar.
Una economía mexicana tirada por dos fuerzas.
Si hay una desaceleración de la economía de Estados Unidos, lo más probable es que las exportaciones mexicanas también bajen su ritmo de crecimiento. De hecho, las últimas cifras del 2022 ya muestran esa tendencia.
Y, esa circunstancia afectará al crecimiento del PIB este año. Las previsiones más optimistas se ubican en un nivel cercano al 2 por ciento y las más pesimistas en tasas de apenas medio punto. Junto con esta fuerza recesiva habrá otra que empuje hacia arriba: el nearshoring.
A lo largo del 2022 se apreció un creciente interés de inversionistas extranjeros que tienen operaciones en Asia por instalarse en Norteamérica. Y para diversas empresas, México resulta muy atractivo tanto por la cercanía a los Estados Unidos como por la existencia del TMEC.
Ante las deficiencias de infraestructura y la problemática del sector de la energía, está por verse cuántas de las intenciones se convierten en hechos. Pero si el volumen fuera importante, habría un impulso positivo que podría compensar al menos en cierto grado el efecto negativo de la menor actividad en EU.
La política va a hacerse presente en México.
Este año será el de “los destapes”, como se denomina usualmente a la definición de los candidatos presidenciales de los diversos partidos políticos. Tradicionalmente, es en los últimos meses del año anterior a la elección presidencial que se dan dichas definiciones. Y de modo natural, la actividad política se intensifica, como ocurrirá en este 2023.
En el partido en el gobierno, ya se ha definido que hay cuatro aspirantes a la candidatura, aunque son tres los más plausibles: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López.
Morena ha acordado que será a través de una encuesta que definirá su candidato. Sin embargo, entre los observadores, hay la convicción de que la definición corresponderá al presidente López Obrador.
En el camino de la determinación de los candidatos, estará el proceso de reforma de la legislación electoral, llamado “Plan B”, que cambia diversas leyes electorales y afecta severamente los recursos y estructura del Instituto Nacional Electoral (INE).
La oposición al gobierno de AMLO, así como numerosas organizaciones civiles han planteado que combatirán estas reformas en los tribunales, lo que conducirá a múltiples litigios a lo largo de este 2023.
Tendrá que definirse igualmente en los siguientes meses el mecanismo de elección del candidato opositor y consolidarse la alianza de partidos que lo respalde. En suma, tendremos una intensa actividad política en el año.
El mundo corporativo.
Aunque pueden pasar muchas cosas inesperadas, el evento previsible más relevante del mundo corporativo mexicano será la venta de la banca minorista de Banamex.
Aparentemente, el grupo encabezado por Germán Larrea se quedaría con una posición mayoritaria del banco, pero no se descarta que Citi retuviera una proporción minoritaria para colocarla en el futuro en el mercado de valores, con independencia de la retención de la llamada banca institucional, un anuncio que se haría pronto.
En suma, habrá un muy movido y complejo 2023.
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