Cuando María Herrera empezó a buscar a sus hijos todavía no usaba bastón y su cabello no era cano. Desde hace casi 15 años, ella busca a sus hijos: Jesús, Salvador y Raúl, desaparecidos junto con cinco compañeros más de trabajo en Guerrero, en 2008, y Luis Armando y Gustavo, desparecidos en Poza Rica, Veracruz, en 2010.
Hace unas semanas, la revista Time la nombró una de las 100 personas más influyentes del mundo; cuando acudió a recibir el reconocimiento en la alfombra roja, María extendió un rebozo negro con la leyenda: +de 110 mil desaparecidxs en México Hasta Encontrarles.
A través del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad la señora María conoció a decenas de madres como ella y que hoy se podrían contar hasta en miles. Desde entonces no ha dejado de recorrer el país buscando no sólo a sus hijos, sino a las más de 100 mil personas desaparecidas en México.
María se sumó al Movimiento por la Paz en Chilpancingo, Guerrero; tras dar su testimonio en el templete dijo que en ese momento se sumaba a la caravana porque si se quedaba ahí la iban a matar.
A lado de Javier Sicilia, la activista recorrió las zonas norte y sur de México, y hasta Estados Unidos. Los tres camiones que iniciaron ese recorrido se convirtieron en más de 10; cada autobús albergaba a decenas de personas que compartían el mismo dolor: buscar a un ser querido desaparecido o que habían sido víctimas de alguna injusticia. Durante aquellos días es que se le empezó a conocer como “Mamá Mary” pues representaba a todas las madres y abuelas que irían hasta el fin del mundo por buscar a los suyos.
Pero los gobiernos han pasado y “Mamá Mary” no ha encontrado a ninguno de sus hijos, incluso en 2022 demandó al Estado Mexicano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por no buscar a sus hijos.
En 2014, la activista fundó la Red de Enlaces Nacionales, conformado actualmente por 170 colectivos de búsqueda de todo el país. “Hemos unido el dolor, hemos unido la indignación, en fin todo lo que podemos para armarnos de valor y organizarnos para poder salir a buscar”, dice. “Mamá Mary” está segura que después de la marcha de madres buscadoras, realizada el 10 de mayo, más colectivos se sumarán a este movimiento.
En un principio, “Mamá Mary” pensó que a sus hijos se los habían llevado para robarlos porque se dedicaban a la compra-venta de oro; sin embargo, hoy sabe que fue por un tema de inseguridad en el país.
“Hemos encontrado miles de restos que están ahí acumulados sin poder darles identidad porque el gobierno no tiene la forma, no tiene, supuestamente, las condiciones para dar identidad, y eso es lo que pedimos al gobierno, que busque los medios para que pueda dar identidad a todos estos restos. ¿Cómo podemos saber si ahí están nuestros hijos?”, señala.
“Mamá Mary” se ha convertido en estos días en el estandarte de todas las mujeres que buscan a un hijo, hermana, amigo o ser querido en un país con más de 100 mil desaparecidos.