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Ellos son los influencers más valiosos

Las estrellas deportivas marcan tendencia en moda masculina.

Ryan Stone, inversionista inmobiliario de San Diego, creía que la marca deportiva ALO era principalmente “ropa de yoga para mujeres” hasta que notó que la usaba el basquetbolista Jimmy Butler de los Miami Heat. “Algunos de esos chicos visten ropa más urbana, pero Jimmy es un poco más convencional”, dice. Ver a Butler ataviado con prendas de la marca le hizo reconsiderar: “Ahora me compro ropa de ALO”.

Hoy los escaparates más influyentes para la moda masculina no son las alfombras rojas de Hollywood ni las pasarelas de París o Milán. Comenzarían el 7 de septiembre, cuando las estrellas de los Chiefs de Kansas City, Patrick Mahomes y Travis Kelce, caminaron por el túnel hacia los vestidores para iniciar la temporada de la NFL. Pero el 18 de octubre adquirirán más peso, cuando inicien los partidos de NBA.

Desde al menos una década, los deportistas han acaparado los reflectores al reforzar su jugada en la cancha de la moda, exhibiendo diversos estilos y diseños de pasarela.

Hoy, el vestuario de los deportistas antes del partido se ha convertido en un auténtico momento mediático, los fans están tan atentos a los modelitos como en cualquier entrega de los Óscar.


Y, por lo general, los compradores aceptan con gusto esa influencia y solicitan el apoyo de estilistas. Nicole Pollard Bayme, consultora de moda para personalidades del mundo empresarial con su compañía Lalaluxe, dice que cuando conversa con sus clientes masculinos sobre cómo les gustaría vestir, a menudo mencionan el look de los deportistas.

Refiere, como ejemplo, a un joven director de tecnología cuyo uniforme consistía principalmente en Vans sin agujetas y pantalones ligeros.

“Durante una de nuestras sesiones, él mencionó que Steph Curry, jugador de los Golden State Warriors, usaba botas Chelsea con pantalones de vestir, y fue la oportunidad perfecta para empujarlo hacia una nueva dirección”, menciona Pollard.

Ella le compró unas botas de George Esquivel, conocido por fabricar calzado personalizado para jugadores de la NBA. También le explicó que la mayoría de los deportistas llevan prendas ajustadas a medida, por lo que consiguió jeans personalizados de Frame y pantalones de Saint Laurent. Su cliente incluso empezó a usar un bolso de la marca italiana Bottega Veneta después de ver que Devin Booker, base de los Phoenix Suns, llevaba uno. “Esa evolución demuestra cómo un poco de inspiración puede provocar un cambio transformador”, afirma Pollard.

“Para muchos hombres, los deportistas han sido la principal influencia en sus vidas. Tiene sentido que ver a estos chicos sentirse cómodos con formas, colores y patrones impacte las tendencias cotidianas de estos mismos consumidores”, explica Michael Fisher, vicepresidente de la agencia de predicción de tendencias Fashion Snoops en Nueva York.

Courtney Mays, una estilista que trabaja con la estrella Chris Paul y otros jugadores de la NBA, comparte la opinión de Fisher. “Muchos hombres saben quién es Steph Curry y quién es Chris Paul”.

Existe una gran variedad de enfoques entre los deportistas que pueden satisfacer los gustos de casi todos, añade. Alguien como el veterano de los Miami Heat, Kevin Love, se viste con un estilo más clásico de Ralph Lauren Americana, mientras que el ala de los Washington Wizards, Kyle Kuzma, viste diseños extremadamente vanguardistas. “Puedes identificarte con uno de estos jugadores y emularlo”, señala Mays.

La mayoría de los hombres suelen inspirarse en una prenda específica más que en un look completo, dice Andrew Weitz, quien asesora a personas adineradas en sus elecciones de vestuario en su empresa Weitz Effect. “Se trata más de piezas individuales”, afirma.

“Creo que a los chicos no les gustan las cosas que son muy distintivas, sino más bien una versión elevada de un look casual”. O, para decirlo en términos de 2023: lujo silencioso.

“Cuando comencé en 2002, la alta costura y la moda que usaban los deportistas eran dos cosas separadas, ahora se han fusionado”, menciona Jason Arasheben, propietario de la joyería de lujo Jason of Beverly Hills.

Arasheben lleva mucho tiempo vendiendo accesorios con incrustaciones de diamantes a deportistas, pero en los últimos años ha recibido llamadas de consumidores que quieren un estilo específico que vieron en un jugador.

“Estos jugadores de la NBA tienen, no sé, ¿82 juegos por temporada? Son 82 veces que entran y salen del estadio. Y ahora una vez a la semana o varias veces a la semana recibo una llamada que dice: ‘Oye, vi a fulano de tal usando esta pulsera o este reloj. ¿Tienes una versión igual o parecida?’”.

No solo están inspirando a las masas, agrega Arasheben, “están influyendo en las decisiones que toman los directores creativos de las grandes casas de moda. Están marcando tendencia”.

En mayo, Prada contrató al jugador de baloncesto chino, Yang Shuyu, como embajador de la marca en un intento de alejarse de las celebridades del cine y el pop y acercarse a los deportistas. Dries Van Noten vistió a sus modelos con camisetas oversize para su colección primavera-verano 2023.

Recientemente, el basquetbolista Kuzma se sentó en primera fila en los desfiles de Rick Owens y Kenzo, y el piloto de Fórmula Uno Lewis Hamilton fue visto en un desfile de Louis Vuitton.

Aunque hay antecedentes de deportistas interesados en la moda (me vienen a la mente David Beckham, Dennis Rodman, Walt Frazier y Joe Namath), la fiebre actual nace de las redes sociales. Con sus físicos envidiables y sus sueldos astronómicos, son claramente más receptivos para la moda de lujo que la mayoría y, sin embargo, la industria los ignoró en gran medida. “Estos tipos siempre estaban atentos a lo que vestían”, explica Mays.

“La moda ha sido parte de la cultura del baloncesto desde los años setenta y ochenta, cuando tipos como Frazier y Wilt Chamberlain usaban abrigos de piel y sombreros de fieltro. Pero no era tan marcado. Ahora, como todo se captura en tiempo real en las redes sociales, los consumidores están expuestos a ello de una nueva manera”.

En otras palabras, los abrigos de piel de Joe Namath pueden haber marcado un momento icónico, pero los hombres no se apresuraron a comprar uno como lo hicieron cuando Weitz vistió a su cliente Tom Brady con una chaqueta Harrington de Tom Ford para su llegada al Super Bowl 2021 (la chaqueta, que puede costar hasta 5 mil dólares, se agotó en días).

Hoy hay una pequeña industria que cubre este maridaje de moda y deportes, desde las cuentas de Instagram como @LeagueFits (963 mil seguidores), @BlitzFits, centrada en la NFL (99 mil) y la conocida como @MLB.Fits (85 mil), entre otras.

El resultado ha sido una especie de bucle de retroalimentación en el que los jugadores se visten para las cuentas que los cubren y luego las cuentas tienen más noticias que cubrir.

Las estrellas reciben la mayor atención. “Los jugadores como LeBron James siempre atraen más ojos”, indica Chad Avery, quien convirtió su cuenta @NBAFashionFits (238 mil seguidores) de una página de fans informal en un medio más serio.

“No es el que más riesgos toma ni el mejor vestido, pero definitivamente es el jugador más popular, así que eso marca la diferencia”, afirma.

Para Stone, vestir bien tiene un componente psicológico.

“La forma en que se visten estos tipos es un reflejo directo del tipo de juego que juegan”, dice. “Ya sabes, LeBron, Jimmy Butler, cuando entran al estadio, lucen bien, como si fueran a hacer negocios. LeBron se toma el juego en serio y se viste en concordancia. Y los resultados lo demuestran”.

Puede que en Estados Unidos solo estemos arañando la superficie de la moda “athlete couture”.

La mayoría de los estilistas y consumidores señalan que, aunque algunas estrellas de la NFL y el béisbol son populares, los jugadores de la NBA aún dominan este aspecto del negocio.

Pero el país aún tiene que abrazar el deporte más estiloso de todos: el fútbol.

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