Banco de México (Banxico) no está comprometido con un ritmo de aumentos de medio punto porcentual en su tasa de interés de referencia después de lograr un incremento de esa magnitud en diciembre, dijo el gobernador saliente Alejandro Díaz de León.
La entidad anunció un aumento mayor al esperado por el mercado al costo de endeudamiento la semana pasada, luego de cuatro subidas consecutivas de un cuarto de punto, en un esfuerzo por combatir una vertiginosa inflación.
Díaz de León, quien dejará el cargo a fin de año, dijo que quienes están a cargo de la política monetaria transitan por “territorio inexplorado” y no deberían limitarse ante decisiones futuras.
“Existe la opinión de que existe el carril de 25 o 50 puntos base, o estás en uno o en el otro, y yo no lo veo de esa manera. Le resultaría más costoso que beneficioso comprometerse con algo”, dijo Díaz de León a Bloomberg News durante una entrevista en su oficina.
Banxico prevé que la inflación general alcance un pico en el cuarto trimestre a 7.1 por ciento a tasa anual.
Independencia del banco
Diaz de León, educado en Yale, pasó 16 años trabajando en el banco antes de unirse a su Junta de Gobierno, y ha sido la imagen misma de un banquero central impasible.
Reveló poco en los comentarios públicos, rara vez se apartó de la jerga compleja y ha hecho del pragmatismo cauteloso un elemento central de su filosofía de gobierno.
Los inversionistas ahora están preocupados por el futuro de la institución bajo la conducción de Victoria Rodríguez, una exfuncionaria de Hacienda no muy conocida y a la que se le critica su poca experiencia en política monetaria, quien fue elegida de último momento por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El hecho de que el mandatario haya expresado su deseo de que la nueva cabeza de Banxico gobierne “con una dimensión social” solo aumentó las preocupaciones sobre la independencia de la entidad hacia el futuro.
Díaz de León echó agua fría sobre tales preocupaciones, y dijo que el banco tiene una “inercia institucional” que apoyaría a la nueva gobernadora en su papel.
El enfoque tranquilo y centrado en la institución de Díaz de León lo ha convertido en un blanco ocasional de las diatribas de López Obrador en sus conferencias de prensa diarias.
El presidente ha opinado sobre lo que cree que deberían ser las tasas, y ha atacado al banco por negarse a compartir los remanentes inesperados de un superávit de divisas.
El gobernador saliente dijo que las opiniones de López Obrador eran parte de un “sano debate” natural sobre las acciones de una institución pública, y enfatizó que el presidente nunca se ha inmiscuido en las decisiones del banco.