La presencia de microplásticos en sangre humana fue detectada por primera vez en un estudio que puede dar cuenta de la posibilidad de que las partículas viajen a los órganos.
Los científicos encontraron que 17 de las 22 personas sanas de las que tomaron muestras tenían cantidades cuantificables de partículas de plástico en la sangre. Los investigadores dijeron que se necesitan más estudios para determinar los riesgos para la salud de los materiales.
Los microplásticos son omnipresentes en el medio ambiente y se pueden encontrar desde en animales marinos, hasta en el agua potable; aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que no hay suficiente información para sacar conclusiones firmes sobre cuántos tóxicos son para las personas y se necesita más investigación.
Más 300 millones de toneladas de plástico se producen cada año y al menos 14 millones de toneladas terminan en el océano, donde pueden ser ingeridos por animales y corren el riesgo de ingresar a la cadena de suministro de alimentos humanos, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Algunos materiales pueden tardar siglos en descomponerse, y las crecientes preocupaciones sobre su impacto contaminante han estimulado la prohibición de las bolsas de plástico de un solo uso. Pero la presencia generalizada de productos sintéticos en la vida moderna, desde botellas de agua, hasta recipientes para llevar alimentos y ropa, subraya los desafíos de regular y limitar su uso.
El estudio, financiado por la Organización Nacional Holandesa para la Investigación y el Desarrollo de la Salud y Common Seas , un grupo que trabaja para reducir la contaminación plástica, fue publicado en la revista Environment International el jueves. Los investigadores adaptaron las técnicas existentes para detectar y analizar partículas que tienen un tamaño tan pequeño como 700 nanómetros.
Los investigadores se centraron en cinco plásticos comunes, incluido el tereftalato de polietileno, también conocido como PET y utilizado en botellas, y el polietileno, que se utiliza en el envasado de alimentos. El equipo usó agujas de acero y tubos de vidrio para evitar la contaminación.
Los resultados respaldan la hipótesis de que la exposición humana a partículas de plástico da como resultado la absorción de partículas en el torrente sanguíneo, pero se necesitan más estudios para evaluar los efectos de la exposición y si es un riesgo para la salud pública, según el estudio.