Los miembros de la banda de rock Pink Floyd están en negociaciones para cerrar un acuerdo para vender su catálogo de música en 500 millones de dólares, según personas familiarizadas con las conversaciones. De concretarse la transacción sería una de las ventas más costosas en la historia de la música.
El grupo conocido por éxitos como ‘Money’ y ‘Comfortably Numb’ está vendiendo su catálogo de grabación y composición de canciones, así como como el poder de crear mercancía basada en la banda, dijo la fuente, quien pidió no ser identificada porque la información es confidencial.
Patrick McKenna, quien representa a la banda en el proceso, no respondió a un correo electrónico en busca de comentarios.
McKenna ha reducido la lista de compradores potenciales a cuatro, dijo el informante. Los nombres incluyen a Warner Music Group Corp., Sony Music Entertainment y BMG. Sony y Warner ya tienen la distribución de algunas piezas de Pink Floyd.
Las estrellas de rock están haciendo fortuna aprovechando sus canciones clásdicas. La banda de rock británica lanzó algunos de los discos más emblemáticos de la historia, como Dark Side of the Moon y The Wall, dos álbumes que definieron la música en la década de 1970.
El grupo ha vendido 75 millones de discos en los Estados Unidos, 10 veces la cantidad de cualquier artista, según la Recording Industry Association of America.
Muchos músicos famosos han sacado provecho de un mercado demandante de catálogos musicales en los últimos años, capitalizando el interés tanto compañías musicales como de firmas financieras.
Bob Dylan vendió su grabaciones a Sony Music en un acuerdo que se estima vale más de 150 millones de dólares, y su catálogo de canciones a Universal Music en un acuerdo por entre 200 millones y 300 millones de dólares.
No obstante, los inversores empiezan a desconfiar de dichas transacciones en carteras de música debido al aumento de las tasas de interés y la incertidumbre sobre la economía, pero la demanda se ha mantenido estable en lo más alto de el mercado.
Lograr que todos los miembros de Pink Floyd estén de acuerdo en cada punto ha sido un desafío durante décadas. La banda fue formada en 1965 bajo la dirección del entonces cantante Syd Barrett, quien se fue tres años después.
El cantante y bajista Roger Waters dejó el banda en 1985 y luego demandó a sus compañeros de banda por su uso del nombre Waters y el resto de la tripulación se han peleado durante años debido a que la banda, dirigida por el guitarrista David Gilmour, continuó publicando registros.
Por ello eligieron a McKenna, grupo asesor basado en Ingenious Media, para guiarlos a través de la proceso de venta.