La vacuna experimental personalizada contra el cáncer de Moderna redujo el riesgo de recaída o muerte por melanoma cuando se combinó con Keytruda de Merck en un ensayo de etapa intermedia.
Las dos terapias redujeron el riesgo de muerte o recurrencia del cáncer de piel letal en un 44 por ciento, dijeron las compañías el martes en un comunicado. Los fabricantes de medicamentos planean pasar la combinación a estudios de etapa final el próximo año.
Los cánceres de piel son, con mucho, los tumores humanos más comunes, y el melanoma, una forma agresiva y difícil de tratar, representa aproximadamente el 1 por ciento del total. Aproximadamente 100 mil personas son diagnosticadas anualmente con melanoma, y más de 7 mil de ellas mueren cada año, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
Keytruda de Merck, que evita que las células cancerosas eludan las defensas del sistema inmunológico contra los tumores, se ha convertido en un pilar del tratamiento del melanoma, tanto en casos avanzados inoperables como en la prevención de recurrencias después de la cirugía. El ensayo de la vacuna Moderna tiene como objetivo estimular una respuesta inmune adicional más allá de las logradas con Keytruda solo.
Para hacer la vacuna, Moderna tomó una biopsia de un tumor, aisló algunas de las proteínas y las integró en una vacuna que le enseña al sistema inmunitario a reconocer esos marcadores. Eso ayuda al cuerpo a combatir el cáncer cuando regrese.
Nuevas aplicaciones de la vacuna de Moderna contra el cáncer
Los investigadores han estado trabajando en vacunas personalizadas contra el cáncer durante décadas con un éxito limitado, sobre todo porque son difíciles de fabricar a gran escala. La tecnología de ARN mensajero de Moderna es más flexible que muchas tecnologías más antiguas, lo que hace que las tomas personalizadas únicas en su tipo sean más prácticas de producir.
La compañía ha estado buscando nuevas aplicaciones exitosas para ARNm, lo que facilitó el rápido desarrollo y producción de vacunas contra el COVID-19. Empresas como BioNTech, socio de Pfizer en la fabricación de vacunas contra el COVID, habían estado experimentando con vacunas de ARNm contra el cáncer antes de la pandemia.
El ARN mensajero “ha sido transformador para COVID-19, y ahora, por primera vez, hemos demostrado el potencial del ARNm para tener un impacto en los resultados en un ensayo clínico aleatorizado en melanoma”, dijo Stéphane Bancel, director ejecutivo de Moderna, en la declaración.
“Comenzaremos estudios adicionales en melanoma y otras formas de cáncer con el objetivo de brindar tratamientos contra el cáncer verdaderamente individualizados a los pacientes”, agregó.
Las acciones de Moderna han caído un 35 por ciento este año hasta el lunes. Merck ha subido un 42 por ciento.