El presidente electo de Argentina, Javier Milei, elogió al expresidente del banco central Luis Caputo, y reconoció que tiene la experiencia para ser el ministro de Economía del próximo Gobierno.
Milei no nombró a Caputo titular de la cartera de Economía, pero cuando se le preguntó si Caputo participaba en reuniones entre su equipo de transición y el Fondo Monetario Internacional, que tiene un acuerdo de 43,000 millones de dólares con Argentina, que probablemente deberá ser renegociado, dijo su opinión.
Caputo “es una persona que está en condiciones de estar en el cargo, sin lugar a duda”, dijo Milei en una amplia entrevista televisiva con un canal local, en referencia al cargo de ministro de Economía. “Tiene la experiencia necesaria para resolver el problema monetario y darle una solución desde los mercados financieros como para salir del problema”.
Caputo también fue secretario de Finanzas durante el inicio del Gobierno del expresidente Mauricio Macri, cuando renegoció un acuerdo con los llamados bonistas holdouts por unos 16,500 millones de dólares para regresar a los mercados internacionales. Caputo luego emitió un bono a 100 años que el actual Gobierno descartó tras incumplir con los acreedores en 2020.
Milei reiteró que no levantará los controles cambiarios hasta que se resuelva la carga de deuda a corto plazo del banco central. El presidente electo también se distanció del plan de dolarización de Emilio Ocampo, quien Milei dijo varias veces antes de las elecciones que sería nombrado titular del banco central. El miércoles 22 de noviembre, Milei dijo que es posible que Ocampo deba implementar un plan diferente al propuesto originalmente debido a las “condiciones del mercado”.
Puntos clave que dijo Milei sobre la economía de Argentina
Javier Milei confirmó que todavía planea privatizar algunas empresas estatales, entre ellas la sanitaria AySA, Trenes Argentinos y la energética YPF.
Asimismo, dijo que reducir significativamente la inflación podría llevarse a cabo entre 18 y 24 meses
Finalmente, señaló que pretende trabajar la mayoría de los días desde la residencia presidencial en Olivos, en las afueras de la ciudad de Buenos Aires, y no desde el palacio presidencial, la Casa Rosada.