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¡Aguas, millonarios! Brasil propone impuesto para los más ricos del mundo; esto tendrían que pagar

Brasil, Francia y España han respaldado la idea de diseñar un impuesto mínimo a los multimillonarios del mundo.

Impuesto a los superricos, la solución que propone Brasil al hambre y a la crisis climática. (Fotoarte El Financiero | Créditos: Frederic Legrand - COMEO/Shutterstock)

Brasil cree que ha encontrado una manera de pagar la lucha contra el cambio climático y el hambre en el mundo: gravar a los superricos.

Como presidente del Grupo de los 20 este año, Brasil ha enfocado sus esfuerzos en la implementación de un impuesto mínimo global sobre el patrimonio de los multimillonarios. Éste servirá para financiar el combate al aumento de las temperaturas y la pobreza en países de ingresos bajos y medios, y busca el apoyo a la idea -ya popular en círculos progresistas- en el escenario mundial.

“Se pueden utilizar estos recursos para iniciar la descarbonización en los países más pobres, lo que aumentaría las inversiones humanitarias en estos lugares”, dijo el jueves el ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, en una entrevista en Washington, al margen de las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Científicos han advertido de los riesgos que conllevan el aumento de las temperaturas en el mundo, y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha hecho del cambio climático y la desigualdad temas centrales del liderazgo de Brasil en el G20.

Brasil urge al G-20 a crear un impuesto global a la riqueza

En febrero, Brasil invitó al economista francés Gabriel Zucman para que hiciera una presentación a ministros de finanzas del G20, sobre su plan de imponer un impuesto mínimo del dos por ciento a los multimillonarios del mundo, un grupo compuesto por unas 3 mil personas. La sugerencia ha sido bien recibida.

Francia y España han respaldado la idea de diseñar un impuesto y el miércoles, la jefa del FMI Kristalina Georgieva dijo que “cerrar las lagunas fiscales y garantizar que todos paguen lo que les corresponde” puede ayudar a reunir más recursos para un crecimiento inclusivo.


Ahora Brasil está tratando de alcanzar un consenso entre otros miembros del G20 para analizar un impuesto a los ultrarricos y finalizar una propuesta durante los próximos tres años. Haddad dice que espera tener un comunicado político del grupo para julio, cuando los ministros de finanzas se reúnan en Río de Janeiro.

El Observatorio Fiscal de la UE, un grupo de expertos con sede en París dirigido por Zucman, calcula que el impuesto podría recaudar unos 250 mil millones de dólares al año en todo el mundo. Haddad sugirió que lo recaudado podría ir a un fondo de desarrollo para cubrir los enormes costos de las naciones más pobres de hacer más verdes sus economías.

“¿Cómo se puede esperar que estos países inviertan en la descarbonización?” dijo. “Es una situación muy precaria”.

El impuesto a las multinacionales ya es una realidad

Las encuestas muestran que redistribuir el dinero de los más ricos del mundo sería una medida popular en Estados Unidos y Europa. Sin embargo, “gravar a los ricos” a menudo ha funcionado más como eslogan que como política dura.

Para ayudar a vender la idea, Brasil ha recurrido a economistas ganadores de premios Nobel como Esther Duflo y Joseph Stiglitz.

Haddad reconoció que su propuesta no será fácil de presentar, pero hay motivos para estar optimistas. En enero entró en vigor el impuesto mínimo a las corporaciones multinacionales implementado por la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo.

“Todo comenzó con incredulidad y escepticismo”, dijo Haddad. Pero la idea empieza a “ganar impulso hasta que se convierte en algo que no solo es factible, sino algo a lo que los países se sienten presionados a adherirse”.

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