Las relaciones entre la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, y España comienzan con el pie izquierdo debido a los reclamos por los presuntos agravios cometidos contra los pueblos indígenas por los conquistadores españoles hace siglos.
La disputa diplomática se profundizó esta semana cuando Madrid anunció que no enviaría un representante a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum programada para el 1 de octubre porque México solo había invitado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y no al rey Felipe VI.
En una carta abierta publicada el miércoles, Sheinbaum dijo que el rey no recibió una invitación porque no respondió a una llamada realizada en 2019 por el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador para que España reconociera públicamente las atrocidades que culminaron con la caída de la civilización azteca y el comienzo de la conquista española en México.
“El reconocimiento de los pueblos indígenas es fundamental para seguir avanzando en la transformación de nuestra vida pública, porque ahí está la raíz de la grandeza cultural de México”, escribió Sheinbaum en la carta, en la que mencionó la “generosa” acogida de México a los españoles que huían de la guerra civil del país en la década de 1930. “Precisamente por eso, nuestra relación se beneficiaría de una nueva perspectiva histórica”.
En la ‘mañanera’, AMLO leyó la carta que envió hace casi dos años al rey de España para que pidiera perdón por los abusos en la Conquista. pic.twitter.com/jcDADHVYUS
— El Financiero TV (@ElFinancieroTv) January 11, 2021
¿Con qué países latinoamericanos tiene España conflictos diplomáticos?
México es solo el último problema diplomático que enfrenta Sánchez en América Latina, una región que tradicionalmente se considera parte de la principal esfera de influencia de España. A principios de este año, el presidente del Gobierno español convocó a consultas a su embajador en Buenos Aires después de tener un encuentro con el presidente argentino, Javier Milei. Más recientemente, se le acusó de permitir que Nicolás Maduro siguiera en el poder en Venezuela tras dar asilo al líder de la oposición que le desafió en unas disputadas elecciones celebradas en julio.
España tuvo un conflicto político con Bolivia en 2019 cuando los diplomáticos españoles Cristina Borreguero, encargada de Negocios de España en Bolivia y el cónsul, Álvaro Fernández, visitaron al expresidente Evo Morales, quien se encontraba en México luego de recibir asilo político tras renunciar a la presidencia de su país. El nuevo gobierno de Bolivia no tomó bien la visita de los diplomáticos españoles a Evo Morales y decidió expulsarlos del país.
España reprobó la medida tomada por el país sudamericano y respondió con la expulsión de tres diplomáticos de la embajada de Bolivia: el encargado de negocios, Luis Quispe Condori; el agregado militar, Marcelo Vargas Barral, y el agregado policial, Orso Fernando Oblitas Siles.
En México, Sheinbaum dijo que espera que ambas naciones encuentren “nuevas formas de entendimiento basadas en nuestra soberanía y respeto mutuo”. Recibió el apoyo de López Obrador, quien en una conferencia de prensa el miércoles volvió a leer la carta que había enviado al rey español hace cinco años.
Sánchez desestimó las quejas de México, en línea con una opinión aceptada por muchos en el país de que España no tiene necesidad de disculparse por su pasado colonial.