Nouriel Roubini, el famoso economista que se ganó el apodo de “Dr. Doom” (Doctor Catástrofe) por sus predicciones proféticas de la crisis financiera mundial, tiene una nueva advertencia: el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca aumenta el riesgo de un shock estanflacionario.
“La combinación de las políticas comercial, cambiaria, monetaria, fiscal, migratoria y exterior de Trump plantea un riesgo mucho mayor de estanflación que si es elegida Kamala Harris”, afirmó Roubini el miércoles al margen del Foro Económico de Greenwich, en Connecticut.
¿Por qué sería catastrófico el regreso de Trump a la Casa Blanca?
En su opinión, los planes políticos de Trump, incluida la imposición de aranceles más altos, la devaluación del dólar estadounidense y la adopción de una postura dura frente a la migración ilegal, amenazan con desacelerar la economía y, al mismo tiempo, estimular una mayor inflación.
Roubini también destaca las tensiones en Medio Oriente como posible catalizador. Sostiene que una nueva escalada podría provocar un repunte de los precios del petróleo, lo que aumentaría las presiones sobre los precios.
La semana pasada, el crudo Brent superó los 81 dólares el barril ante el recrudecimiento de las tensiones entre Israel e Irán. Desde entonces, el petróleo ha retrocedido hasta rondar los 75 dólares el barril en medio de preocupaciones por la oferta. El aumento de los precios del petróleo perjudica a las empresas y a los consumidores.
A nivel nacional, las tácticas de línea dura de Trump en materia de inmigración, como la promesa de forzar deportaciones masivas, plantean otro riesgo dado el impulso económico que proporcionan los migrantes, sostuvo Roubini.
Para protegerse de estos riesgos, Roubini recomienda a los inversionistas invertir en oro, bonos a corto plazo y títulos del Tesoro protegidos contra la inflación, o TIP.
¿Se cumplen las predicciones del Doctor Catástrofe?
Pero no todas las predicciones de Roubini se han cumplido. En 2022 hizo una proyección similar sobre una crisis de deuda estanflacionaria que hasta ahora no se ha producido.
Roubini ha sido durante mucho tiempo un escéptico respecto del aumento de los precios de las acciones, aunque es menos pesimista cuando se trata de los gigantes tecnológicos estadounidenses.
“Las grandes tecnológicas son una historia que, en mi opinión, es válida en el sentido de que la IA va a cambiar radicalmente el mundo, empezando por Estados Unidos”, afirmó. “Pero no va a ocurrir de la noche a la mañana”.
El economista proyecta que la IA podría impulsar el crecimiento de la productividad estadounidense por encima del 3 por ciento a finales de la década, pero gran parte de ese optimismo ya está incorporado en las acciones, agregó.
“Invertir en productos relacionados con la tecnología y la inteligencia artificial es una buena inversión a largo plazo, pero habrá una gran volatilidad, por lo que pueda ocurrir con la inflación, los tipos de interés y la economía”, afirmó. “La tecnología es una apuesta a largo plazo”.
En su opinión, hay tres razones por las que los operadores, hasta ahora, han ignorado en gran medida los riesgos de una segunda victoria presidencial de Trump: la reñida carrera con Harris, la perspectiva de que una administración Trump suavice sus propuestas con un enfoque más moderado y la posibilidad de una liquidación del mercado que le impida promulgar ciertas políticas.