La administración de Joe Biden presentó un plan para limitar la perforación petrolera y la infraestructura en una mayor parte de la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska, en un intento por asegurar la protección de la tierra y los requisitos de conservación días antes de que el presidente electo Donald Trump asuma el cargo.
La medida del jueves del Departamento del Interior representa el último paso del presidente saliente Joe Biden para consagrar protecciones que podrían complicar los planes de Trump de expandir rápidamente el desarrollo de petróleo y gas en tierras y aguas federales de Estados Unidos. En las últimas semanas, Biden también ha designado nuevos monumentos nacionales y ha descartado la venta de derechos de perforación en más de 625 millones de acres de aguas costeras de Estados Unidos.
En la última acción, el Departamento del Interior está proponiendo nuevas designaciones de “áreas especiales” que restringirían la perforación y otras actividades en más de 3 millones de acres de la reserva en el noroeste de Alaska, alguna vez destinadas al desarrollo energético.
La agencia también está imponiendo medidas destinadas a evitar daños a esas áreas incluso mientras se está considerando su protección, lo que aumenta el obstáculo para la construcción de carreteras y otra infraestructura en esas zonas.
La medida podría tener implicaciones para las empresas que han tenido participaciones o intereses en la reserva, incluidas ConocoPhillips, Santos Ltd., Repsol SA y Armstrong Oil & Gas Inc.
Aunque Trump podría dejar de lado el plan de su predecesor para crear más áreas especiales e ignorar las salvaguardas provisionales que está imponiendo el Departamento del Interior, la medida podría ser impugnada en un tribunal federal. El informe y el memorando revelados el jueves refuerzan el historial del gobierno en materia de esas salvaguardas, lo que podría proporcionar material para cualquier batalla legal futura.
Las nuevas áreas especiales recomendadas llegan aproximadamente seis meses después de que el Departamento del Interior solicitara por primera vez al público que nominara parcelas para su protección. La agencia ya finalizó un plan el año pasado que prohíbe la perforación en casi la mitad de la NPR-A.
El sitio de 23 millones de acres, donde se encuentra el gigantesco proyecto petrolero Willow de ConocoPhillips, fue reservado para las necesidades de suministro de petróleo hace aproximadamente un siglo. Sin embargo, los conservacionistas sostienen que las nuevas operaciones de perforación industrial amenazan el hábitat crítico de la vida silvestre, incluidas las menguantes manadas de caribúes de las que dependen los pueblos indígenas para su subsistencia.
“Los peces y la vida silvestre han proporcionado alimento a los pueblos nativos de Alaska en esta región durante milenios y, con base en la información que recibimos y nuestro mandato legal, hemos concluido que es necesario iniciar un proceso para garantizar su protección”, dijo la subsecretaria interina del Interior, Laura Daniel-Davis.
Las medidas del Departamento del Interior no afectan los derechos vigentes dentro de la NPR-A. Sin embargo, las áreas especiales recomendadas se superponen con los contratos de arrendamiento existentes, incluidos algunos de ConocoPhillips y Oil Search.