No hay nada más típico en las celebraciones del 4 de julio que los fuegos artificiales pero, ante los incendios forestales que azotan a varias regiones del sur de Estados Unidos, los ciudadanos están dispuestos a ver juegos de luces con drones para no perder la tradición sin poner en peligro su integridad física y su patrimonio.
“Amo los fuegos pirotécnicos pero mi mami dice que este año es muy probable que no haya. Eso me pone muy triste”, comentó Christian Ramírez, quien reside en Ruidoso, Nuevo México. Hace unas semanas se registraron al menos tres incendios forestales en la región cerca de su hogar.
A varias millas de Nuevo México, en la frontera entre California y Nevada, al menos tres comunidades ya dieron a conocer que sustituirán la pirotecnia por juego de luces con drones.
A pesar de que casi todas las exhibiciones cívicas de fuegos artificiales son monitoreadas de manera segura por los bomberos, algunas comunidades en estados que registran una sequía histórica están rechazando los fuegos artificiales como un riesgo de incendio forestal.
Un espectáculo típico de drones no tiene bombas que estallan en el aire, sino docenas o cientos de diminutas máquinas voladoras iluminadas que ejecutan maniobras al son de la música, formando diseños improbables, multicolores y cambiantes suspendidos en el cielo nocturno.
Las docenas de espectáculos de drones programados para el 4 de julio este año representan una fracción de las más de 20 mil exhibiciones que la industria de los fuegos artificiales estima que presentará durante esta celebración.
A pesar de que estos espectáculos con drones aun no son tan populares en Estados Unidos, las empresas que los manejan dicen que su capacidad ya casi está al 100 por ciento por lo que ya sólo tomarán unas cuantas reservaciones.
“Los espectáculos de drones van a estar en todas partes pero, por el momento, todavía son bastante caros”, dijo Nils Thorjussen, propietario de Verge Aero, empresa que se está asociando con una compañía mexicana para contar con drones adicionales para satisfacer la demanda del 4 de julio.
Pero los espectáculos con drones pueden llegar a ser más caros que un espectáculo de pirotecnia. Por ejemplo, Verge Aero cobra un mínimo de 25 mil dólares por un show de drones mientras que en un pueblo pequeño en Estados Unidos se puede montar un espectáculo de fuegos artificiales por entre 15 mil y 20 mil dólares, según datos de la asociación comercial de fuegos artificiales.
En contraste, en las grandes ciudades, un espectáculos de drones puede resultar más económico con un precio aproximado de 100 mil dólares mientras que las exhibiciones de fuegos artificiales llegan a costar hasta un millón de dólares.