LAREDO, Texas.- De acuerdo con información del Banco de la Reserva Federal de Dallas, la economía en Texas continúa en desaceleración, durante agosto, diversas empresas de distintos giros reportaron menores ingresos y fabricantes señalaron caídas en los nuevos pedidos.
Con los resultados del mes pasado, ya suman tres meses consecutivos en que la disminución de los nuevos pedidos superó en número los incrementos entre las empresas manufactureras que encuesta la Fed o banco de la Reserva Federal de Dallas recurrentemente a ejecutivos de más de mil empresas de manufactura, servicios, energía y banca de servicio en Texas. La información recopilada es un componente valioso del análisis económico de la región.
A pesar de que la pandemia del COVID- 19 se encuentra controlada en la mayor parte del mundo, incluido el estado de la estrella solitaria, los cambios que ocasionó socialmente hablando, repercuten actualmente la manera en que se desarrolla el trabajo
Por ejemplo, Texas recuperó, en número, todos los empleos perdidos durante la pandemia a finales del año pasado, sin embargo, los empresarios comentan que los desafíos que dejó el COVID en el lugar de trabajo afectan la recuperación, sumado al impacto de la inflación.
“Solo podemos cobrar a los huéspedes una cantidad determinada por una comida, pero nuestros costos por todo se están disparando. Esto es insostenible”, dijo un ejecutivo de un restaurante, quien agregó que las primas que pagan por el seguro de la propiedad y de responsabilidad civil habían aumentado un 130 por ciento.
En general, la productividad del personal es baja aún en comparación con el ritmo previo a la pandemia, los trabajadores ahora prestan mayor atención a asuntos familiares, de salud, problemas personales, cuidados de menores, etcétera, por lo que hay interrupciones constantes durante el horario de trabajo.
Un poco más del 30 por ciento de las empresas de servicios de Texas dijeron que las ventas de agosto fueron mayores que las de julio, una proporción ligeramente menor que los dos meses anteriores. También, más del 23 por ciento indicó que sus ventas en agosto fueron más bajas, el puntaje negativo más elevado en esa medida desde enero.
Los indicadores del mercado laboral se suavizaron el mes pasado y menos empresas de servicios reportaron un aumento de contrataciones. Y el promedio de horas trabajadas aumentó al ritmo más lento registrado desde principios de 2021.
Muchas empresas están preocupadas por esta situación y por una posible recesión, por lo que para prevenir mayores gastos o un posible cierre, algunas de ellas han optado por reducir los planes de contratación o incluso despedir personal.
Sin embargo, no todo es preocupante, los problemas de la cadena de suministro que también dejó el COVID-19 y aún permanecen, parecen estar en disminución. En agosto, tan sólo el 58.8 por ciento de los encuestados por la Fed informaron interrupciones o retrasos en este rubro, esta cantidad es menor al casi 70 por ciento respecto a la que se reportó en noviembre de 2021, o al 65 por ciento de mayo pasado.
También hay optimismo sobre el crecimiento en el futuro cercano. Más de la mitad de las empresas de servicios esperan reportar mayores ingresos en seis meses en comparación con menos del 12 por ciento que espera una disminución, según las encuestas de la Fed de Dallas.