SAN ANTONIO, Texas.- Expertos economistas advierten que Estados Unidos ya se encuentra en recesión económica y otros más dicen que está en camino. Sin embargo, esto parece no afectarle a San Antonio, Texas, pues sus indicadores de la materia se han mantenido favorables.
Por ejemplo, el mercado laboral es estable con un desempleo local de alrededor del 4 por ciento. La recaudación de impuestos sobre las ventas en agosto estuvo en 6 por ciento por encima del mismo mes de 2021, lo cual, refleja un gasto saludable. Y la industria turística continúa en recuperación tras la pandemia del COVID- 19.
Respecto al tema, el alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, habló con miembros de la Cámara de Comercio Asiática de El Álamo, a quien dijo que la ciudad continuará con inversiones importantes, como las que se vieron durante la parte más difícil de la pandemia, para así brindar a las pequeñas empresas el acceso que necesitan para afrontar cualquier escenario.
“Acceso a capital, acceso a mano de obra talentosa, asegurándose de que estén equipados para construir durante los próximos años a medida que cambia la economía global”, señaló Nirenberg.
Como en la mayor parte de Texas, las empresas locales apuntan que el mayor desafío que presentan actualmente es el llenar las vacantes disponibles.
Sobre el mismo tema, el presidente de la cámara, Will Ng, comentó que la actual escasez de trabajadores que ven las compañías contribuye a la inflación.
“Las empresas están teniendo que ajustar sus precios... para poder contratar gente y buenos candidatos y pagar... salarios más altos”, mencionó.
También, Ng indica que por estas medidas que se toman, las empresas transfieren esos costos a los consumidores, lo que agrava la inflación.
Aún con todo esto, el alcalde Nirenberg dice que la economía de la ciudad es más diversa que nunca, lo que podría ayudar a superar una recesión económica, combinado con el sector de trabajos militares estables.
Parte importante de la economía en San Antonio es el mercado inmobiliario, que últimamente se ha enfriado. Agosto marcó cinco meses consecutivos de caídas, pero la Junta de Agentes Inmobiliarios de la ciudad atribuye la baja al aumento de las tasas hipotecarias y a los problemas de la cadena de suministro en la industria de la construcción.
Sin embargo, de acuerdo a Jason Saving, del Banco de la Reserva Federal -FED-, en Dallas, es posible que la recesión en Texas se convierta en un obstáculo difícil de soslayar.
Mientras el país contempla la posibilidad de otra recesión económica, esta experiencia reciente plantea una pregunta: ¿Hasta qué punto los gobiernos locales, estatales y nacionales están bien preparados a corto plazo para brindar apoyo económico? Los respaldos financieros empleados durante la pandemia, el producto del dinero prestado con bajos intereses y el rápido aumento de las valoraciones de las viviendas, pueden no ser tan fácilmente accesibles de presentarse una recesión importante.
Una serie de transferencias federales cuantiosas junto con una rápida apreciación del precio de la vivienda impulsaron los ingresos estatales y locales en Texas, suavizando el impacto económico durante el aún presente, COVID-19 en las poblaciones vulnerables. Las tasas de interés ultra bajas y el auge histórico de la vivienda que ayudaron a las operaciones del gobierno estatal y local se están desvaneciendo, lo que sugiere que los legisladores de Texas pueden encontrar dificultades adicionales durante la próxima recesión.