Laredo, Texas.- En seis años, Texas podría demandar el doble de la energía eléctrica que actualmente requiere, según las predicciones que ha hecho el Consejo de Confiabilidad Eléctrica -ERCOT-, el principal operador de la red en el estado.
De acuerdo con el operador, hay dos factores importantes a considerar en la predicción: una nueva ley que permite a los funcionarios tomar en consideración las solicitudes de conexiones a la red de las empresas aún antes de que estas se concreten, y además, ha habido un aumento significativo de solicitudes de los grandes usuarios de elevar la capacidad contratada, como en los casos de centros de datos, instalaciones de producción de hidrógeno, así como compañías de petróleo y gas que están electrificando sus operaciones.
A lo anterior se le suma que la población en el estado de la estrella solitaria continúa en crecimiento, lo cual ha representado un incremento constante en en el uso de energía durante los últimos años.
Por ejemplo, durante 2023, la demanda de la red eléctrica alcanzó un récord de 85 gigavatios. Pero ahora, los expertos de ERCOT señalan que la demanda podría llegar hasta los 150 gigavatios para 2030.
Según ERCOT, más de un tercio del crecimiento previsto proviene de la Cuenca Pérmica, donde los operadores de petróleo y gas están adaptando sus operaciones para que funcionen con electricidad en lugar de gas o diésel. Otra parte significativa se debe a los grandes usuarios, como centros de datos que alimentan la inteligencia artificial y la minería de criptomonedas. Algunos de ellos están solicitando varias veces más energía de la que utiliza actualmente la ciudad de Lubbock.
De esta manera, ERCOT y legisladores de Texas tienen un gran reto por delante, pues la red necesitará incrementar el número de líneas de transmisión, que son pagadas por los clientes y toman más tiempo para construirse que muchas de las instalaciones que necesitan energía. Si el tema no es atendido a la brevedad, podría representar un problema grave en un futuro no muy lejano.
La red del estado ha estado bajo un intenso escrutinio público y legislativo desde que una tormenta invernal de 2021 paralizó sus operaciones, provocando cortes de energía en todo el estado durante días en medio de temperaturas gélidas que dejaron a millones de texanos sin luz ni calefacción y cientos de personas murieron como consecuencia de ello. Pero fue así como los legisladores exigieron que las instalaciones eléctricas se preparan mejor para operar en condiciones climáticas extremas y consiguieron millones de dólares en fondos.