Después de tres meses de entrenamiento, 27 caninos, provenientes de distintas demarcaciones de la Ciudad de México, se graduaron y recibieron un reconocimiento de la alcaldía Tlalpan, donde fueron adiestrados para rastrear y encontrar a sus familiares en caso de un desastre natural o accidente.
Argos, Daisy, Loba, Natalia, Nala, Kaisser, Sheriff, Dora, Alpha, Titán, Zimba, Bruno, Princesa, Aludra, Yesca, Xitle, Nix, Azul, Theo, Game, Panky, Güero, Nala, Dracko, Tracy, Dami y Chester son los perritos graduados luego del entrenamiento impartido por esta demarcación.
Para que los ‘lomitos’ puedan realizar labores de auxilio, fueron capacitados en el Taller de Rescate para Perros que fue impartido por el entrenador Carlo Castro Díaz, quien destacó que este curso será un punto de referencia para los siguientes alumnos y para muchas personas en México.
“Me llevo a estos 27 perros en mi corazón y confirmo que, con un adecuado entrenamiento, los perros pueden rescatar y mejorar sus conductas. Me quedo con la amistad de personas comprometidas a quienes ni la lluvia o el calor intenso las detuvo”, mencionó.
Esta capacitación está considerada como la primera en la Ciudad de México en ser inclusiva, ya que participaron perros de distintas razas, sin importar que no fueran animales con capacidades especiales para búsqueda de seres humanos, como Pastor Alemán, Schnauzer gigante, Schnauzer miniatura, Weimaraner, Golden retriever, Pug, Mastín tibetano, Alaskan Malamute, Tipo bull, Pastor Holandés y Bloodhound.
En la ceremonia de reconocimientos estuvieron presentes el Doctor Carlos Esquivel Lacroix, titular de la Agencia de Atención Animal de la Alcaldía Tlalpan; el geógrafo Lucio Arturo García Gil, titular de la oficina de representación de la Profepa, y José Luis Payro Dueñas, presidente de la Federación Canofila Mexicana.
En la alcaldía Tlalpan, el 57 por ciento de los hogares tiene un perro, pero en general hay 110 mil 822 perros, 11 mil 88 en situación de calle.
¿Cómo fueron adiestrados los ‘lomitos’ para ser rescatistas?
Durante el taller, los perros pasaron por distintas etapas, desde llegar con su tutor en una corta distancia, no mayor a tres metros, atravesar túneles para llegar a su objetivo, hasta recorrer distancias de más de 35 o 40 metros entre la maleza, además de rastrear y encontrar a su familiar que se encontraba escondido en “trampas” con madera, cilindros, rejas, tierra, pasto y ramas.
En la primera sesión, los perros realizaron dinámicas de seguimiento a sus tutores en las que comenzaron con distancias cortas, en línea recta, para después ir aumentando, esto con la finalidad de repetir el mismo ejercicio y así acostumbrarse a buscar a sus familiares de manera rápida.
Incluso, las mascotas recibieron premios de comida o juguetes (mordederas, pelotas, cordones, etc.). Durante el adiestramiento también se realizaron ejercicios de “nariz”, para lograr perros más equilibrados, sociables y seguros.
Castro Díaz aseguró que la mayor responsabilidad de que los perros continúen desarrollando sus capacidades de búsqueda, es de los tutores y no de los animales, por lo que recomienda que ya en casa, después del taller, continúen realizando los ejercicios aprendidos en el curso, principalmente con el olfato y siendo premiados cada que tengan un logro.