Uno de los mitos que todos escuchamos en la primaria es cierto: Tres de las colonias más populares de la Ciudad de México están construidas sobre un cementerio.
Estas colonias están ubicadas en la alcaldía Cuauhtémoc, de acuerdo al sitio Dadaroom, y fueron creciendo al punto de construirse y expandirse sobre lo que algún día fue el ‘último hogar’ de miles de personas.
Estas colonias son: San Rafael, Doctores y Guerrero. Está es su historia.
San Rafael
La colonia San Rafael ganó popularidad en los últimos años debido a su céntrica ubicación y rentas accesibles. Sin embargo, en 1824 se encontraba en esos terrero el Panteón Inglés.
Dicho cementerio estuvo abierto por más de 100 años; no obstante, cerró en 197. Parte del recinto se utilizó para construir lo que actualmente se conoce como Circuito Interior y un parque ubicado en la esquina con Ribera de San Cosme.
De acuerdo con Dadaroom, los cadáveres de este panteón nunca fueron exhumados, por lo que continúan enterrados en esa zona de la colonia San Rafael.
Doctores
En la colonia Doctores se ubicaba el Panteón de Campo Florido, un cementerio que fue clausurado por insalubridad, aunque en este caso varios cuerpos fueron exhumados.
Sin embargo, según el reporte, hay información que refiere que muchos de esos cuerpos quedaron atrapados en lo que hoy son las calles de la colonia Doctores.
Guerrero
Respecto a la colonia Guerrero, la investigación expone que el primer recinto para albergar los cadáveres en la Ciudad de México fue el Panteón de Santa Paula y se ubicó cerca de lo que hoy se conoce como la Unidad Habitacional Tlatelolco.
En un inicio se abrió para recibir a todas las víctimas de cólera, posteriormente, en 1836, se declaró cementerio general y fue por muchos años considerado el panteón de moda en la ciudad.
Mexicanos de todas las clases sociales fueron enterrados en ese cementerio, por lo que su saturación conllevó a su clausura, así como la urgencia por comenzar la urbanización del lugar.
Por tal razón se dio la imposibilidad de que todos los restos humanos fueran exhumados, por lo que quedaron en una parte de lo que hoy se conoce como la colonia Guerrero.