La Fiscalía de la Ciudad de México presentó ante un Juez solo a uno de los tres detenidos implicados en el asesinato de un hombre en la cantina La Polar, ubicada en la colonia San Rafael, alcaldía Cuauhtémoc.
Se trata de Ramón Ignacio ‘N’, empleado del establecimiento; mientras que los vigilantes Carlos Gustavo ‘N’ y Braulio Gerardo ‘N’, aunque fueron presentados ante el Ministerio Público, al final quedaron libres con las reservas de ley.
Román Ignacio ‘N’ fue traslado a los juzgados del Reclusorio Preventivo Norte de la capital, donde esta tarde se realiza la audiencia de imputación en la que la Fiscalía lo acusa de la muerte de Antonio Monroy Jiménez.
El detenido se deslindó del caso ante el Ministerio Público y dijo que él se enteró del hecho hasta que la víctima fue sacada al estacionamiento del lugar.
Se espera que sea en las próximas horas cuando el Juez determine la situación jurídica de Román Ignacio, quien podría solicitar la duplicidad del término, para que se determine si se le vincula o no a proceso.
En tanto, la fiscalía capitalina busca a otros implicados en el homicidio ocurrido el domingo pasado, entre ellos a Sergio Gama, principal sospechoso del asesinato a golpes del comensal
Autoridades capitalinas confirmaron que dicho sujeto conocido como “Comandante Gama”, “El Zet” y/o “El Chiquilín”, es quien habría golpeado a Antonio Montoya Jiménez y le habría aplicado un mecanismo se opresión del cuello.
Según la necropsia, la causa de la muerte de Antonio Monroy fue asfixia por estrangulamiento.
En videos difundidos en redes sociales, se ve a “Comandante Gama”, “El Zet” y/o “El Chiquilín” sacar a arrastras a la víctima por una puerta que da al estacionamiento y aventarla contra el piso.
Luego se aleja y ordena a dos personas, entre ellos un policía, sacar a la calle de Guillermo Prieto, donde fue atendido por paramédicos que lo trasladaron a un hospital, pero en el camino falleció.
El policía que se ve en el video es Carlos Gustavo ‘N’ y, junto con Braulio Gerardo, pertenecen al Cuerpo de Seguridad Auxiliares del Estado de México (CUSAEM), ambos quedaron en libertad con las reservas de ley.