El ‘desfile’ de testigos en el juicio que Estados Unidos lleva conta Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, incluyó esta semana a un capo que se destacó... por haber llorado en la audiencia.
Harold Mauricio Poveda Ortega, alías ‘El Conejo’, dijo haber trabajado para el Cártel de Sinaloa durante su estancia en México, grupo al que los fiscales de EU aseguran que García Luna ofreció protección y hasta apoyo desde su posición en el gabinete de Seguridad de México.
Bajo las órdenes del cártel, ‘El Conejo’ aseguró haber hecho de todo, como asesinatos y secuestros, e incluso cómo contó la forma en la que la Policía mexicana lo torturó.
¿Pero qué lo hizo llorar?
Las imágenes de la mansión que tuvo en la Ciudad de México. De acuerdo con lo expuesto en la audiencia, la propiedad está rumbo al Desierto de los Leones, en la calla Camino Real de Temaxcaltitla.
“Es mi casa. Era mi casa”, dijo el narco con la voz rota y mientras se limpiaba las lágrimas con una mano.
Esta “mansión de fantasía” era prácticamente un zoológico, esto gracias a la colección de fauna que ‘El Conejo’ tenía en su casa donde vivían Lucas, el chimpancé; Ray, un tigre blanco; y un gato persa al que nombró Perico (en clara referencia a la cocaína).
Un video enseñado en el juicio expuso cómo varias de las ‘mascotas’ de ‘El Conejo’ permanecían en celdas. También mostró otros rincones de la mansión como unos lagos para los hipopótamos del narcotraficante.
‘El Conejo’ también contó que su mansión tenía una ‘gruta’. En realidad, se trataba de una piscina un techo de vidrio que permitía a los invitados ver cómo los animales de la casa paseaban por ahí.
De acuerdo con el video expuesto en el juicio, la mansión de Poveda Ortega tenía habitaciones con acabados de lujo en madera y piedra. En la propiedad también había esculturas labradas.
Con información de EFE