Dos microsismos sacudieron la Ciudad de México la madrugada de este jueves 28 de diciembre, reportó el Servicio Sismológico Nacional (SSN).
El primer temblor se registró a las 3:33 horas (tiempo del Centro de México) y tuvo una intensidad de 2.0 grados.
De acuerdo con el SSN, el movimiento sucedió a 4 kilómetros al noreste de la alcaldía Magdalena Contreras a un kilómetro de profundidad.
El segundo microsismo se registró 16 minutos después, a las 03:49 horas. El epicentro de este sismo fue a 4 kilómetros al sur la alcaldía Álvaro Obregón y tuvo una intensidad de 1.7 grados.
SISMO Magnitud 2.0 Loc. 4 km al NORESTE de LA MAGDALENA C, CDMX 28/12/23 03:33:54 Lat 19.36 Lon -99.20 Pf 1 km
— Sismologico Nacional (@SismologicoMX) December 28, 2023
Ambos microsismos fueron percibidos en zonas como Mixcoac, Coyoacán, La Florida, San Ángel y otras colonias del sur-poniente de la capital.
Microsismos en CDMX: ¿Cuál es su origen y por qué suceden en el sur de la ciudad?
Este 2023, en la Ciudad de México se han registrado 84 microsismos, de acuerdo al Servicio Sismológico Nacional (SSN).
21 de estos ‘pequeños’ sismos se han registrado durante diciembre, los más perceptibles los ocurridos el día 12 de diciembre y el jueves 14 de diciembre.
Esto se debe la reactivación de una secuencia o enjambre sísmico, que en marzo y abril empezó a generar algunos fenómenos en el poniente de la Ciudad de México, específicamente en la zona de Plateros y Mixcoac, explicó Arturo Iglesias Mendoza, jefe del SSN.
El especialista detalló que, en ocasiones, es común tener varios sismos en corto tiempo, lo que en sismología se le conoce como enjambre o secuencia, y en ellos numerosas veces tienen magnitudes parecidas.
“No necesariamente hay un sismo grande y luego réplicas, sino que a veces ocurren temblores de tamaños equivalentes y del mismo origen, que probablemente correspondan a la misma falla”, dijo.
Se trata de sismos superficiales, que tienen características similares y ocurren en el Eje Volcánico donde vivimos.
Su ocurrencia no es un fenómeno nuevo: en la década de 1980 se documentó con una secuencia similar en la misma región; lo que ha cambiado es la capacidad de registro que ahora se ha incrementado, señaló.
“Es importante decir que desde hace un par de años tenemos en el país una red sísmica muy mejorada que compartimos con varias instituciones y que, gracias a un esfuerzo del gobierno de la Ciudad de México, ha logrado conjuntar muchos más datos que recibimos en tiempo real”.
La ciencia aún no tiene una respuesta sobre si los enjambres o secuencias pueden presentarse en sismos de mayor intensidad.
Lo que sí se sabe es que la magnitud de un sismo está relacionada con el tamaño de la falla, pero el mapeo de las fallas en la Ciudad de México es complicado porque la urbe está encima, precisó.
“En los últimos más de 100 años de datos que tenemos en el Sismológico no hay información de sismos más grandes que los registrados en mayo de este año”.
Finalmente, recordó que es imposible anticipar el día y la hora de ocurrencia, inclusive de su localización, apuntó.