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Contingencia ambiental en CDMX y Edomex: ¿Qué son las partículas de ozono y cómo dañan tu salud?

Las autoridades capitalinas decretaron contingencia ambiental debido a las grandes concentraciones de ozono en el aire del Valle de México.

Las grandes concentraciones de ozono pueden ocasionar irritación pulmonar en los seres humanos. (Shutterstock).

La primavera está a la vuelta de la esquina y con ella el calorcito. Sin embargo, este se ha adelantado, al menos en la Ciudad de México, donde se han pronosticado temperaturas de hasta 30 grados centígrados, según la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (Sgirp).

Las altas temperaturas, junto con la circulación anticiclónica, que reduce las posibilidades de lluvia, propiciarán que contaminantes como el ozono hagan que la calidad del aire sea muy mala.

Por ello, desde el jueves 22 de febrero en la tarde, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) decretó contingencia ambiental, misma que permanece para el viernes 23.

La contingencia aplica para la Zona Metropolitana del Valle de México y una de las medidas es el doble Hoy No Circula.


¿Qué son las partículas de ozono?

El ozono es un gas presente de forma natural en la atmósfera, pero a muy bajas concentraciones. En la Ciudad de México puede haber altos índices debido a las reacciones químicas entre los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles, en presencia de luz sola, explica el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

Este gas también es considerado un contaminante, ya que en elevadas concentraciones provoca importantes daños a la salud de las personas, en especial en el sistema respiratorio.

La producción de ozono se dispara en las grandes ciudades, donde hay mayores temperaturas y mayor contaminación.

¿Cómo daña el ozono a las personas?

Cuando el ozono se encuentra en grandes cantidades en la atmósfera, las personas lo respiran y este puede causar daños, por ejemplo, irritación en la garganta, picazón en los ojos y hacer más difícil la respiración.


Además, reduce la función pulmonar y si se hacen actividades al aire libre en contingencia ambiental, la respiración se vuelve más rápida y menos profunda.

Al respirar el ozono, se empeoran enfermedades respiratorias como el enfisema, la bronquitis y las crisis asmáticas. El gas también puede inflamar las células que cubren las vías respiratorias.




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