Seis alcaldías de la Ciudad de México concentran las 170 tomas utilizadas por el crimen organizado para robar combustible a Petróleos Mexicanos (Pemex), práctica que en 2023 tuvo un repunte de 140 por ciento, refieren informes de la propia paraestatal.
Las alcaldías donde se concentra esta práctica son: Tlalpan, Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza, Iztacalco y Miguel Hidalgo, las últimas cinco ubicadas alrededor de la Benito Juárez.
De acuerdo con los reportes de Pemex, la Ciudad de México tiene una red subterránea de distribución de hidrocarburos que, entre otras, provienen de las refinerías de Tula, Hidalgo; Tuxpan y Coatzacoalcos, Veracruz.
Los hidrocarburos llegan a las tres estaciones de almacenamiento ubicadas en la capital: Añil, en la alcaldía Iztacalco; Azcapotzalco, en la alcaldía del mismo nombre, y Barranca del Muerto, en la Álvaro Obregón.
Según los datos públicos de Pemex, desde 2018 y hasta enero de 2024 se han detectado en la capital 170 tomas clandestinas usadas por los criminales para el robo de combustible. En 2018 fueron 85 tomas clandestinas identificadas; en 2019 fueron 15; mientras que en 2020 fueron 13, y en 2021 la cifra llegó apenas a 5, pero a partir de ese año, cuando el país salía de la pandemia de covid-19, la cifra repuntó.
Y es que en 2022 las autoridades identificaron 15 tomas clandestinas y en 2023 subió a 36. Es decir, entre 2022 y 2023 hubo un repunte de 140%. En enero de 2024 sólo se detectó una toma clandestina.
En un desglose por alcaldía, según los reportes de Pemex, Tlalpan y Azcapotzalco concentran el mayor número de eventos ya que de los 170 casos registrados, en Tlalpan hubo 77 casos y en Azcapotzalco hubo 47, lo que representa 73%.
Mientras que en las alcaldías Gustavo A. Madero fueron 14 tomas clandestinas; en Miguel Hidalgo 13; en Venustiano Carranza 10, y en Iztacalco 6. Las restantes tres no se identifica la alcaldía donde se detectó la toma ilegal.
El huachicoleo, como se le conoce comúnmente al robo de combustible, se logra cuando los criminales identifican la red de ductos de Pemex y lo pinchan para poder sustraer de manera ilícita gasolina, diésel e incluso gas.
Esta práctica ilícita deja pérdidas multimillonarias a Pemex. En un balance preliminar que realiza el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, diariamente le roban 4 mil 700 barriles de hidrocarburos.
Si tomamos en cuenta que cada barril es de 158.9 litros, la delincuencia organizada roba diariamente a Pemex 746 mil 830 litros de combustible.
Para el caso de la Ciudad de México, los informes consultados por El Financiero, no dan detalles de cuántos litros de hidrocarburos fueron sustraídos en cada toma o si al momento de intervenir hubo una cantidad recuperada.
Apenas en enero pasado, las autoridades detectaron una toma clandestina utilizada para sustraer miles de litros de combustible.
La toma estaba en un inmueble ubicado en el número 670 de Lorenzo Boturini, perímetro de la alcaldía Venustiano Carranza. Lo grave es que ese mismo predio ya había sido asegurado en noviembre de 2023 por la Fiscalía General de la República (FGR).
En ninguna de las dos ocasiones hubo personas detenidas y ambas fueron identificadas gracias a denuncias de los propios ciudadanos que reportaron fuertes olores a gasolina que antes no había.
Mientras que, en mayo de 2023, fueron detectadas siete tomas clandestinas utilizadas para la extradición ilegal de combustible en un predio ubicado en avenida Tezozomoc, colonia San Miguel Amantla, alcaldía Azcapotzalco.