Vecinos de la alcaldía Benito Juárez denunciaron que el agua que llega a sus hogares huele a gasolina y han provocado lesiones en la piel. Por ello, el Gobierno de la Ciudad de México inició una serie de investigaciones para indagar en la problemática.
Una de las acciones que se puso en marcha fue la vigilancia, por parte de la Guardia Nacional, de 11 pozos de agua, informó en conferencia de prensa Martí Batres, jefe de Gobierno de la CDMX.
Esto, luego de que las primeras investigaciones arrojaron que se detectó contaminación en un pozo de la colonia Alfonso XIII, en la alcaldía Álvaro Obregón.
Batres detalló que los pozos vigilados se encuentran en las alcaldías Benito Juárez, donde dos o tres elementos de la Guardia Nacional custodian cuatro; y en la Álvaro Obregón, donde hay otros siete. No se específico la ubicación de cada uno de ellos.
Además, el Sistema de Aguas de la CDMX (Sacmex) indicó que no hay posibilidades de que el pozo Alfonso XIII y los demás en vigilancia tenga propiedades explosivas. Esto después de varios análisis.
‘’El Sacmex tiene 11 puntos monitoreados, en ninguno de ellos se percibe olor inusual y quiere decir que ha funcionado la limpieza del Sistema de Aguas’', explicó Batres.
UNAM analizó agua de la alcaldía Benito Juárez, ¿qué encontró?
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) también puso su ‘granito de arena’ al analizar muestras del agua, con olor a gasolina de la Benito Juárez.
En un comunicado, la institución educativa dijo que luego de que el laboratorio del Departamento de Nutrición Animal y Bioquímica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia practicara un análisis físico-químico a tres muestras de agua, se arrojaron valores normales en cuanto al pH, los sólidos, nitratos, nitritos, dureza, sulfatos y cloruros.
Se aclaró que en ninguna de las pruebas se analizó la presencia de hidrocarburos, lo que deja ‘cabos sueltos’, ya que se reportó que el recurso tenía un olor a gasolina.