La mañana de este viernes 16 agosto sorprendió a cientos de habitantes de la Ciudad de México, quienes lograron admirar un amanecer que envolvió el cielo con tonos rojos, naranjas y lilas.
A través de redes sociales, los capitalinos compartieron fotografías del cielo de la Ciudad de México que regaló un espectacular paisaje durante esta fría mañana.
¡Buenos días! Así amanece hoy Ciudad de México #CDMX. Temperatura actual: 15º C.
— Webcams de México (@webcamsdemexico) August 16, 2024
Vista Santa Fe.
Para ver en tiempo real: https://t.co/kkuwUf8Vkl pic.twitter.com/5JZ0mDVR7O
El sorpresivo espectáculo fue captado alrededor de las 6:00 horas, horario en el que se podía admirar un cielo despejado y con tonalidades naranjas.
Sin embargo, este evento suele ocurrir en la puesta del Sol, cuando miles de habitantes están durmiendo, pero en esta ocasión algunos de los chilangos lograron disfrutar de un amanecer que pocas veces ocurre en la metrópoli.
Por su parte, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) pronosticó para este viernes en la Ciudad de México, una temperatura máxima de 22 grados y mínima de 14.
Así como fuertes lluvias e intervalos de chubascos por la tarde, noche y parte de la madrugada del sábado. Mientras que las ráfagas de viento alcanzarán los 26 kilómetros por hora en el día y los 11 kilómetros por hora por la noche.
Después de estas postales, sin duda algunas personas tendrán una motivación para levantarse más temprano y tratar de ver con sus propios ojos el amanecer.
¿Por qué el Sol se ve rojizo al amanecer y al atardecer?
Se trata de la dispersión de Rayleigh, la cual se debe a la física tradicional y a “las propiedades ópticas de la luz solar cuando atraviesa la atmósfera terrestre”, según el astrónomo Edward Bloomer, de los Museos Reales de Greenwich, situados en el este de Londres.
De acuerdo con la BBC, uno de los factores a tomar en cuenta de este fenómeno es que la luz está compuesta de todos los colores del espectro visible: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta.
“Tiene que ver con cómo se dispersa la luz solar, y no lo hace de manera uniforme”, explica Bloomer.
Este tipo de dispersión afecta en mayor medida a los colores con longitud de onda más corta, como el azul y el violeta, los cuales se esparcen en todas direcciones y dan al cielo su característico color azulado durante el día.
Mientras que, durante el amanecer, cuando el sol está bajo en el horizonte la luz debe atravesar una mayor cantidad de atmósfera antes de llegar a la superficie. En su trayecto, las longitudes de onda cortas son dispersadas repetidamente, dejando pasar las más largas, como las del rojo y el naranja, que pintan el cielo de la CDMX.
“Cuando el Sol se acerca al horizonte, los azules y los verdes se dispersan y nos quedamos con ese resplandor naranja y rojo”, comenta Bloomer.
La calima, que es una nube de polvo en suspensión, también puede provocar que se vea el cielo rojo en CDMX. Esto se debe a que las partículas de polvo en suspensión dispersan la luz del sol de la misma manera que las moléculas de aire.