Desde hace 72 años el ser humano ha llenado el planeta de plástico.
De acuerdo con Jorge Feliciano Ontiveros Cuadras, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL), la manufactura a gran escala de este material comenzó en la década de 1950, después de la Segunda Guerra Mundial.
Para 2050, la producción de plástico y el manejo de estos residuos habrá generado más de 25 mil millones de toneladas, y la mayoría terminará en los océanos, explica el especialista para Gaceta UNAM.
Según la nota de la publicación universitaria: 51 por ciento de todo el plástico producido desde 1950 nunca ha sido reciclado y se ha desechado y acumulado en los ecosistemas. 30 por ciento se encuentra en uso, 12 por ciento ha sido incinerado, 9 por ciento se ha reciclado y casi 10 por ciento se ha reciclado en más de una ocasión.
El problema de los microplásticos
El problema -señala la nota- crece con los microplásticos, partículas de un tamaño menor a cinco milímetros y que han sido clasificados como contaminantes emergentes debido a su amplia distribución en el orbe.
Hay dos tipos de microplásticos: primarios y secundarios. Los primeros son fabricados de ese tamaño para su uso en productos de belleza, medicinas, artículos del hogar e incluso industrial. Los secundarios proceden de la fragmentación de la basura plástica o los macroplásticos que se degradan bajo la acción del oxígeno atmosférico, la radiación ultravioleta y la actividad bacteriana.
Los plásticos, ya sean macro o micro, tienen diferentes densidades, lo que define su distribución y acumulación en el océano, explicó Ontiveros Cuadras.
El plástico en los océanos
Los polímeros más densos que el agua de mar, como son el PVC o el PET, rápidamente se hunden y se depositan en el fondo marino, mientras que los menos densos como polietileno o el polipropileno flotan. Ambos son arrastrados a grandes distancias por las corrientes oceánicas, explica la nota de Gaceta UNAM.
La mayoría de esos plásticos se origina en los continentes y son arrastrados por los ríos hacia las costas del mar abierto. Se estima que 80 por ciento de las emisiones provienen de Asia, un territorio que agrupa 60 por ciento de la población mundial. Además, 35 por ciento de la basura plástica flotante se encuentra en el océano Pacífico norte.
Los microplásticos pueden regresar a ti
El problema aumenta porque los microplásticos son ingeridos por la biota (conjunto de seres vivos) de los ecosistemas marinos y es transferido de presas a depredadores por medio de la cadena alimenticia. Esos microplásticos liberan sus contaminantes en el organismo y son incorporados a tejidos y células. Los efectos nocivos incluyen desde obstrucción intestinal, estrés, inhibición de enzimas gástricas, retraso de la ovulación e inanición, anormalidades reproductivas hasta cáncer.
Un reciente estudio detectó microplásticos en 16 especies marinas de consumo humano procedentes de la costa de Ecuador. Los contaminantes también se han encontrado en agua potable, agua embotellada, cerveza, sal, azúcar e incluso miel, agrega la nota de la publicación universitaria.