Los árboles incendiados en la selva amazónica de Brasil pueden contribuir al derretimiento de los glaciares en el Himalaya y la Antártida porque los ecosistemas distantes que regulan el clima de la Tierra están más conectados de lo que se pensaba.
Los científicos han descubierto una nueva vía atmosférica que se origina en el Amazonas, recorre el Atlántico Sur, luego atraviesa el este de África y el Medio Oriente hasta llegar a Asia central, según un artículo publicado este mes en Nature Climate Change.
Esa conexión, que se extiende por más de 20 mil kilómetros en el mundo, abre la posibilidad a que cuando el Amazonas se calienta, también lo hace la meseta tibetana, mientras que cuanto más llueve en el Amazonas, menos llueve en el Tíbet.
El estudio es uno de los primeros en investigar la interacción entre ecosistemas en riesgo de alcanzar un punto de inflexión climática que los transformaría de forma irreversible.
Un ‘dominó climático’ que puede ser irreversible
El camino recién descubierto sugiere que el colapso de un ecosistema también podría desestabilizar a otros, lo que llevaría a una ‘cascada’ de eventos de inflexión en todo el planeta.
“Es un riesgo que debe tomarse en serio”, dijo en un comunicado Hans Joachim Schellnhuber, investigador del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático y coautor del informe. “Los elementos de inflexión interconectados en el sistema de la Tierra pueden activarse entre sí, con consecuencias potencialmente graves”.
Los científicos apenas están comenzando a investigar las conexiones entre componentes remotos del sistema climático del planeta. Ese conocimiento es esencial para comprender el impacto total del calentamiento global, que es causado por las emisiones de gases de efecto invernadero y ya está elevando el nivel del mar y provocando inundaciones, sequías e incendios forestales más graves en todos los continentes.
La deforestación en Brasil
La deforestación en la Amazonía, la selva tropical más grande del mundo y hogar de una cuarta parte de las especies terrestres, alcanzó su ritmo más rápido en al menos 15 años durante 2022.
La parte sureste de la selva tropical, que desempeña un papel vital en la absorción de dióxido de carbono de la atmósfera que calienta el planeta, se ha convertido en una fuente neta de emisiones de carbono durante la estación seca, concluyó un documento publicado en 2021.
El último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU vio una mayor probabilidad de que el Amazonas cruce un punto de inflexión. La pregunta ahora es qué podría significar eso para el Himalaya, una de las mayores reservas de agua dulce del mundo, que ya está experimentando un derretimiento glacial sin precedentes.