Por años, la figura de Malinche, Malintzin o Marina ha sido denigrada desde la historia, la literatura y por parte de la sociedad mexicana. Esta joven de origen noble que fue cautiva y amante de Hernán Cortés ha sido tachada de traidora por haber ayudado a este en la conquista del territorio que hoy conocemos como México.
De esa idea proviene el término “malinchista”, el cual la Real Academia Española (RAE) define como un adjetivo usado en México “que muestra apego a lo extranjero con menosprecio de lo propio”.
Sin embargo, esta mujer de origen noble, que hablaba al menos cuatro idiomas y aprendió el español, ha sido vista con admiración por diferentes pueblos indígenas. Su presencia se advierte en danzas, donde incluso se le representa como una reina legendaria y casi una divinidad, que recibió a los españoles y facilitó la Conquista, en especial la llegada de la religión católica, con la que se le identifica.
Afortunadamente, en los últimos años, han surgido investigaciones que, gracias a su mirada feminista, han ayudado a elaborar una imagen más justa de Malintzin.
Es el caso del más reciente libro de Federico Navarrete, historiador e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En Malintzin, o la conquista como traducción, el doctor en estudios mesoamericanos por la Facultad de Filosofía y Letras examina la relación entre Marina y Cortés, centrándose en la habilidad de ella como traductora, la cual fue determinante para lograr la Conquista.
Malintzin, o la conquista como traducción forma parte de la colección México 500, coeditada este 2021 por la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM y el Instituto de Investigaciones Históricas de esa casa de estudios. Dicha colección busca repensar los 500 años de la caída de México-Tenochtitlan, que se cumplieron este año.
Malintzin, o la conquista como traducción se suma a otros títulos de Navarrete, como Alfabeto del racismo mexicano (Ediciones Malpaso, 2017) o ¿Quién conquistó México? (Debate, 2019). Sobre quién fue Malintzin y cuáles son los mitos que rodean a su figura habla entrevista con El Financiero el también profesor de historia de la Facultad de Filosofía y Letras.
En Malintzin, o la conquista como traducción usted señala que, pese a ser la figura femenina más influyente de nuestra historia, es muy poco lo que sabemos de Malintzin. ¿Qué es lo que se conoce de su vida?
Tenemos noticias escasas en diferentes fuentes históricas. Sabemos que nació más o menos por lo que sería 1500 y que cuando fue regalada a los españoles tendría 15 años. Todo parece indicar que había sido una mujer noble. Hablaba el náhuatl elegante de la corte, lo que indica que había nacido en una, pero era una esclava, al parecer destinada al servicio sexual. No sabemos cuántos años fue así. Fuera de eso, se conoce más de lo que hizo durante los años de los españoles. Por documentos indirectos sabemos que murió aproximadamente en 1530.
¿Cuál fue el papel que jugó en la Conquista?
Malitzin fue fundamental en la Conquista. Si tomamos en cuenta que esta no fue un triunfo español en el que 500 expedicionarios llegaron y conquistaron a millones de indígenas, sino que fue más bien producto de una serie de alianzas que tejieron lo mesoamericanos con los españoles y juntos vencieron a los mexicas, podemos entender ese papel fundamental que ella jugó.
Para poder realizar estas negociaciones era fundamental que los españoles se pudieran comunicar con los indígenas y viceversa, y la encargada de esa comunicación fue Malintzin. Muchas veces pensamos que fue una hazaña militar, la valentía o las armas de los españoles, y no: en realidad lo que consiguió eso que llamamos Conquista fue la capacidad que tuvo Malintzin de traducir lo que decían los españoles, seguramente no fielmente porque eso era imposible debido a que ella y los mesoamericanos no conocían el mundo español, sino creando una interpretación mesoamericana que resultó convincente y atractiva para los gobernantes indígenas.
¿Cómo fue la relación entre Malintzin y Cortés?
Yo creo que Cortés reconocía lo que le debía a Marina y ella reconocía lo que le debía a cortés. Gracias a su alianza con él, Marina pasó de ser una mujer cautiva, una esclava, a ser una mujer poderosa, con tierras, casada con un español, lo que le dio uno de los estatus más altos posibles para una mujer en ese entonces.
Todo eso no tiene nada que ver con el amor. Esa idea que Cortés y marina se enamoraron es un invento del siglo XIX, que tiene que ver más con una fantasía de los hombres blancos, que se creen los más guapos del universo y piensan que todas las mujeres los tienen que adorar, es un caso de narcisismo racista que no obedece a ninguna realidad.
Decir que Marina se enamoró de Cortés ha servido para decir que se subordinó a él. Realmente ella estaba sobreviviendo. Había sido regalada varias veces, había sido muy probablemente violada y lo que buscaba era sobrevivir, para eso tenía que complacer a su amo. Todo eso se describe mucho mejor como una relación de mutua conveniencia, de negociación. ¿Quién se aprovechó más? Pues Cortés supuestamente conquistó México, pero Marina consiguió escapar de la esclavitud.
¿Considera que en los últimos años ha habido una reivindicación de la figura de Malintzin?
Los que la odian son hombres blancos o mestizos con poder que quieren defender un nacionalismo patriarcal, que quieren defender la figura de los mexicas derrotados. En el siglo XIX se inventó una falsa identificación entre la nación mexicana y los mexicas derrotados. Se vio la derrota de estos en 1521 como la derrota de todos los mexicanos, cosa que es absolutamente falsa porque México no existía y la derrota de los mexicas fue la derrota de un pueblo entre cientos. La mayoría de los pueblos indígenas de hecho estaban del lado de los conquistadores, no de los conquistados.
En ese contexto falso, en esa interpretación deformada de los hechos del siglo XVI, Marina fue presentada como traidora a su patria. La idea de la mujer que, por su pasión sexual o por su amor, entrega a su país tiene que ver con otra fantasía igualmente machista y falsa de varones blancos y poderosos. Fue a partir de esa fantasía que gente como Octavio Paz la difamó.
Yo creo que esas visiones tan negativas de Malintzin van de salida. En los últimos 20 años, tanto en México como en Estados Unidos, feministas han hecho toda una reivindicación de su figura. Tenemos la nueva biografía de Camilla Townsend (Malintzin: una mujer indígena en la Conquista de México).
Yo creo que en el futuro Malintzin va a ser mucho más apreciada. El que claramente cada vez tiene menos relevancia en México es Cortés, nunca va a tener un monumento, una calle. Sus restos están escondidos en una iglesia donde nadie los ve. Los españoles se los quieren llevar y yo creo que la mayoría de los mexicanos estaría de acuerdo. Malintzin es mucho más un personajes para el siglo XXI que Hernán Cortés.
¿Cuáles son los mitos que habría que desterrar en torno a la figura de Malintzin?
El mito principal es el de la traición porque no hubo una patria a la que traicionar. También el mito del enamoramiento porque no hay ninguna evidencia e insistir en ello es insistir en un mito machista y racista. Y, por último, el mito de la conquista española. Realmente Malintzin fue tan conquistadora como Cortés y, a la fecha, la figura conquistadora recordada en México es Malintzin, no Cortés.