Culturas

Pasión de Cristo en Iztapalapa: Y a todo esto, ¿cuál es su origen?

La representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa está catalogada desde 2012 como Patrimonio Cultural e Intangible de la Ciudad de México.

Iztapalapa realizará la 179 representación de la Pasión de Cristo ahora sí con público. (Cuartoscuro)

Con más de 170 años de historia, la representación de la Pasión de Cristo en la alcaldía Iztapalapa es uno de las celebraciones religiosas más importantes de la Ciudad de México durante la Semana Santa. Tan es así que está catalogada desde 2012 como Patrimonio Cultural e Intangible de la capital mexicana.

La representación de la muerte de Jesucristo se realiza en el cerro de la Estrella desde hace 179 años, y en ella participan los ocho barrios que comprenden la demarcación: San Lucas, Santa Bárbara, San Ignacio, San Pablo, San José, San Pedro, La Asunción y San Miguel. Pero ¿sabes desde cuando se realiza? Te contamos.

El origen

Todo comenzó en 1833, cuando una epidemia de cólera azotó a la población de Iztapalapa. En medio de la desesperación, los habitantes de esa localidad realizaron una peregrinación para pedirle ayuda al Señor de la Cuevita, una imagen de Cristo originaria del estado de Oaxaca.

Cuentan los cronistas de Iztapalapa que la epidemia no sólo cesó, sino que incluso dicen que en el poblado de San Lorenzo brotó un manantial de un ahuehuete cuya agua milagrosa fue capaz de curar a los enfermos.

En cumplimiento a la promesa hecha por los pobladores, juraron que si terminaba todo el desastre representarían la Pasión de Cristo año con año. Desde 1843, los pueblos de Iztapalapa comenzaron a representar el viacrucis de Cristo en el Cerro de la Estrella.

Y hasta el día de hoy nunca se ha suspendido, aunque la representación 177 se llevó a cabo de manera simbólica y apegada a la tradición en un espacio cerrado, sin acceso al público y con un número de actores reducido, debido a la pandemia de COVID-19.

¿Cómo se realiza?

Miles de creyentes y turistas asisten a la celebración año con año. Es protagonizada por la comunidad en escenarios naturales como iglesias, capillas y calles. En una zona del Cerro de la Estrella y en la Explanada del Jardín Cuitláhuac se escenifican sucesos fundamentales de la Pasión con un nivel de realismo impresionante.

Cada año se eligen a los que caracterizarán a Jesús y María, y los demás actores son cuidadosamente seleccionados; deben ser católicos, de conducta intachable, de buena voz y nativos de la alcaldía Iztapalapa.

Los pobladores de Iztapalapa siguen compartiendo una costumbre heredada de muchos años, un deseo de mantener la unidad a través de la cooperación y el esfuerzo colectivo para representar, con gran realismo, la Pasión de Jesucristo en una fiesta que permite la reafirmación y Ia cohesión cultural de sus residentes.

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