Si bien una majestuosa historia prehispánica caracteriza nuestro pasado, la Conquista define también nuestro presente, de ambos resulta un rico legado producto de un complejo proceso de sincretismo y mestizaje que se observa en prácticamente todo aspecto cultural, en algunos, como la religión, con mucha claridad.
Hasta hoy, cada fiesta patronal, carnaval, procesión y santoral es una muestra de la herencia de ambos mundos, logro de una peculiar labor evangelizadora.
En Santos Fundadores, exposición temporal en el Museo de El Carmen, podemos echar un vistazo a la evangelización en su momento temprano: “En el año de 1524 apenas a tres años de consumada la conquista llegan los primeros religiosos franciscanos, el sentido era … encontrar más allá del Atlántico esta tierra fértil, una tierra sin vicios, sin la decadencia espiritual de Europa”, explica Héctor Palhares, curador de la muestra.
Las primeras misiones europeas enfrentaron grandes retos al llegar: inclemencias climatológicas, luchas territoriales, variedad de cosmogonías muy bien arraigadas y una importante diversidad en lenguas mesoamericanas; pese a todo, aquellos religiosos desarrollaron estrategias y herramientas didácticas para poder cubrir el espacio físico, cultural y espiritual de la Nueva España: “este modelo de amor, virtud y de entrega, entenderá, desde muchos bastiones aquellos códigos filosóficos, lingüísticos, culturales, religiosos, de usos y costumbres de los pueblos de américa”, esto dio pie a un sincretismo en el que jugó un crucial papel el arte.
Santos fundadores reúne más de 30 piezas ejemplares de los acervos del Museo Nacional de Arte y del propio Museo de El Carmen —entre ellas La conversión de Santa María Magdalena de Juan Correa y Alegoría del Sagrado Corazón de María con grupo de monjas carmelitas de autor no identificado—, divididas en siete núcleos temáticos, narran la llegada de franciscanos, dominicos, agustinos, mercedarios, carmelitas y jesuitas, así como la relevancia de sus santos fundadores, primeros patronos de la sociedad novohispana: “Estos santos fundadores habrán inspirado a lo largo de los siglos con estas prédicas, vidas ejemplares, actitudes de entrega”, señala Palhares.
Las obras, realizadas por grandes maestros novohispanos, permiten además, conocer sobre el arte de aquel periodo y observar cómo diversos elementos prehispánicos se combinaron con europeos, desde materiales para crear, hasta el simbolismo precolombino con el religioso occidental: “Toda la labor de una pedagogía, de una evangelización y de una catequesis están reunidas en una suerte de polifonía, en una suerte de coro al unísono donde la palabra de dios, la fe ejemplar y el modelo de la vida religiosa van a inundar el sentido, el espíritu de una Nueva España nutrida, rica y poderosa que sigue resonando hasta nuestros días.”