Figura emblemática de la ingeniería y la arquitectura mexicana, Óscar de Buen falleció este domingo en la Ciudad de México, a los 92 años de edad, informó el Instituto Nacional de Bellas Artes, INBA, sin precisar las causas del deceso.
Originario de Madrid, España, Óscar de Buen López de Heredia llegó a nuestro país a temprana edad junto con su familia. Egresado de la Escuela Nacional de Ingenieros, donde se graduó como ingeniero civil en 1954, de Buen contribuyó enormemente a la modernización del país.
En 1957, con Félix Candela y Melchor Rodríguez Caballero, fundó Colinas, De Buen y Rodríguez, el despacho de ingeniería y arquitectura que desde 1960 hasta la actualidad, funciona bajo el nombre de Colinas de Buen S.A.
Durante su larga trayectoria profesional, Óscar de Buen colaboró con algunos de los arquitectos más importantes del país, como Pedro Ramírez Vázquez, Salvador Torres, David Muñoz, Sergio Santacruz, Félix Candela, Carlos Mijares, Pedro Moctezuma, Ricardo Legorreta, José Luis Benlliure, Javier García Lascuráin, Juan Urquiaga, Fernando Romero, Enrique Norten, Félix Sánchez y Alejandro Prieto.
Algunos de los proyectos en los que intervino son el Auditorio Nacional, el paraguas del patio central del Museo Nacional de Antropología, el Estadio Azteca, el Palacio de los Deportes, la nueva Basílica de Guadalupe, la Lotería Nacional, la Torre de Pemex, el edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Museo Soumaya, la Torre BBVA Bancomer, la cúpula geodésica del balneario de Oaxtepec en Morelos, la planta de Volkswagen y el Estadio Cuauhtémoc, ambos en Puebla, así como la Siderúrgica Lázaro Cárdenas en Michoacán.
Autor del libro galardonado con el Premio Nacional Javier Barros Sierra al mejor libro de Ingeniería civil, Estructuras de acero, comportamiento y diseño, participó en la elaboración de los reglamentos y manuales más importantes de ingeniería en México.
Fue profesor, investigador y conferencista. Obtuvo múltiples premios y distinciones, como el Premio Nacional a la Docencia Mariano Hernández Barrenechea, otorgado por el Colegio de Ingenieros Civiles y el Premio Nacional Ingeniero José López Portillo y Weber, de la Academia Mexicana de Ingeniería. En 2017, el INBA le otorgó la Medalla Bellas Artes en el campo de la Arquitectura.