China advirtió que existe preocupación por parte de los organizadores de los Juegos Olímpicos de Beijing sobre la variante ómicron del coronavirus, pero se mantienen optimistas de que la justa invernal se llevará a cabo en febrero como está programada.
La nueva variante es el reto más reciente que enfrentan los Juegos, los cuales han sido criticados por la falta de nieve natural en la capital china, el historial de derechos humanos del país y las acusaciones recientes de abuso sexual de la tenista Peng Shuai contra exalto funcionario del Partido Comunista en el poder.
Durante una sesión informativa, el portavoz del Ministerio del Exterior, Zhao Lijian, indicó que el ómicrom “ciertamente podría suponer un desafío en términos de prevención y control”.
“Estoy enteramente confiado de que los Juegos Olímpicos de Invierno se llevarán a cabo como están programados, sin problemas y de manera exitosa”, dijo Zhao, citando la experiencia de China para controlar las propagación de infecciones recientemente desde la pandemia fue detectada inicialmente en la ciudad central de Wuhan a finales de 2019.
China mantiene algunas de las restricciones de viaje más estrictas del mundo para mitigar el virus e indicó que no permitirá el ingreso de espectadores procedentes del extranjero durante las justas. Los atletas, el personal involucrado en la organización y los periodistas serán confinados a burbujas durante las competencias y que se realizarán en tres localidades: el centro de Beijing, los suburbios de Yanqing y la provincia contigua de Hebei.
Además de las complicaciones logísticas y sanitarias, China enfrenta la posibilidad de que Estados Unidos y otras democracias de Occidente declinen enviar a representantes de sus gobiernos a los Juegos en protesta sobre el trato de China hacia los musulmanes uigures y otras minorías, así como a la sociedad civil y activistas de derechos humanos.
Políticos, la WTA y tenistas líderes a nivel mundial también externaron su preocupación por el bienestar de Peng, la tenista que ha competido en tres justas olímpicas de verano y que llegó a ser la número del mundo en dobles. Peng acusó públicamente a Zhang Gaoli, exintegrante del Comité Permanente del Partido Comunista, de obligarla a tener relaciones sexuales hace tres años.