La novela entre Antonio Brown y los Tampa Bay Buccaneers sigue dando de que hablar. Ahora fue el profesional que tiene preparada una demanda en contra de la franquicia, debido a una supuesta mala organización y decisión sobre su despido, ya que aquella tarde que tuvo una lesión que lo alejó del emparrilado ante los New York Jets, no fue respaldada por el entrenador Bruce Arians.
Según informes hechos por el medio HBO, el abogado del exreceptor, Sean Burstyn, ya tiene el plan para iniciar de manera legal un proceso que los lleve a una resolución favorable en los próximo meses, pues tal parece que la franquicia no le ha tomando tanta importancia al tema, que tiene alejado al jugador de 33 años de las canchas de la NFL.
Otro de los asuntos por resolver es que también exigirá respeto por él, principalemente, pues en su momento fue etiquetado como una persona con problemas psicológicos, argumento que tomarán en cuenta para revelar que su imagen puede ser dañada, pues eso podría perjudicar su futuro dentro del deporte que más ama.
“Tony (Brown) fue difamado por este giro de que tuvo un episodio de salud mental que lo convierte en alguien que no es confiable para hacer un buen trabajo en el campo. Así que estamos buscando internamente todos nuestros derechos bajo el contrato colectivo y tal vez más allá”, fueron las explicaciones de Sean Burstyn.
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— AB (@AB84) July 2, 2021
Sin lugar a dudas un nuevo episodio marca la carrera de Brown, quien sigue buscando ser tomado en cuenta para volver al emparrillado para la próxima temporada, pero también, este tipo de dilemas, han mermado su situación y han hecho que nungún equipo se fije en él hasta el momento.
Además, Antonio Brown etiquetó como ‘falta de respeto’ una cantidad que le ofrecieron para que iniciara un tratamiento que lo ayude en lo psicológico, pues asegura que ese tema no cabe en él, al ser una “ejemplo a seguir para varias personas que lo siguen en el mundo y por tener una familia”.
“Estos muchachos de los Tampa Bay Bucs trataron de llegar a un acuerdo conmigo para darme $200,000, ir a la casa de locos para que pareciera que sabían de lo que estaban hablando”, sentenció el profesional.