Después de ser deportado tras su llegada al Abierto de Australia a principios de año, el tenista serbio Novak Djokovic habló sobre la polémica sobre las vacunas por COVID-19 y aseguró que no está en contra de ellas, aunque apoya el derecho individual de elegir sobre el propio cuerpo.
“Nunca he estado en contra de la vacunación, pero siempre he apoyado la libertad de elegir lo que metes en tu cuerpo. El principio de decidir sobre mi cuerpo es más importante que cualquier título u otra cosa. Trato de estar en sintonía con mi cuerpo tanto como pueda”, dijo el deportista en entrevista con la BBC.
De esta forma, Djokovic aseguró que está dispuesto a sacrificar su posible participación en competiciones internacionales como Wimbledon y el Abierto de Francia tal como ocurrió en enero pasado, que tras sus problemas legales y la cancelación de su visa en medio de la disputa por su estado de vacunación no pudo defender su título y vio como Rafael Nadal ganó su 21 Grand Slam, con lo que llegó a superarlo.
“Sí, es un precio que estoy dispuesto a pagar”, afirmó tras el escándalo mediático que fue su caso, cuando su paso por Australia fue calificado por las autoridades como un hecho que podría incitar al ‘desorden público’.
El serbio aseguró que su decisión estuvo basada en que siempre ha estudiado sobre su bienestar, salud y nutrición, resultados que ha visualizado con un impacto positivo en sus habilidades como atleta gracias a su dieta y hábitos del sueño. Sin embargo, aclaró que se mantendrá con la mente abierta ante la posibilidad de vacunarse en el futuro.
“Todos estamos intentando, colectivamente, encontrar la mejor solución posible para acabar con la COVID. Nunca he estado en contra de la vacunación. Comprendo que, se está haciendo un gran esfuerzo a nivel global para controlar el virus y, ojalá, acabar pronto con él. Entiendo que hay muchas críticas y comprendo que haya gente que salga con diferentes teorías sobre la suerte que tuve o lo conveniente que resultó todo”, expresó.
Aunque aseguró que se sintió triste y decepcionado en cómo terminaron las cosas para él en Australia, defendió su solicitud de exención médica y su declaración de viaje que incluyó un error que afirmó no fue de forma deliberada.
“Fue aceptado y confirmado por el Tribunal Federal y el propio ministro en el Ministerio de Inmigración de Australia. Entonces, lo que puede que la gente no sepa es que no fui deportado de Australia por no estar vacunado, romper alguna regla o cometer algún error en mi declaración de visa. Todo eso fue aprobado por el Tribunal Federal de Australia y el Ministerio de Inmigración. La razón por la que fui deportado es porque el ministro de Inmigración, a discreción, canceló mi visa basándose en la percepción de que yo había creado un sentimiento antivacunas en el país o la ciudad, algo en lo que estoy en completo desacuerdo”.
Asismismo aseguró que contagiarse de COVID-19 no es una suerte ni conveniente para nadie, por lo que negó las versiones que apuntaban a que utilizó o mintió sobre su contagio a su favor. “Millones de personas siguen luchando contra la enfermedad en todo el mundo. Me lo tomo muy en serio. No me gusta que haya gente pensando que he utilizado algo a mi favor para, ya sabes, obtener una PCR positiva y poder ir a Australia”.