Roman Abramovich, quien hasta el día de hoy se había desempeñado como propietario del club de futbol inglés Chelsea, se desvinculó del equipo tras la reciente invasión de Rusia a Ucrania bajo las órdenes del presidente Vladimir Putin, quien es aliado del exgobernador ruso que mantiene negocios como magnate del acero y los metales.
Por medio de un comunicado en las redes sociales del club Chelsea, Abramovich anunció el cambio previo a la Final de la Copa de la Liga que se disputará mañana en contra del Liverpool. “Durante mis casi 20 años como propietario del Chelsea FC, siempre he visto mi papel como custodio del Club, cuyo trabajo es garantizar que tengamos el mayor éxito posible hoy, así como construir para el futuro, al mismo tiempo que jugando un papel positivo en nuestras comunidades”.
El empresario, quien cuenta con doble nacionalidad israelí y un patrimonio neto estimado en más de 13 mil millones de dólares, continuó: “Siempre he tomado decisiones pensando en el mejor interés del Club. Sigo comprometido con estos valores. Es por eso que hoy doy a los fideicomisarios de la fundación benéfica del Chelsea la administración y el cuidado del Chelsea FC. Creo que actualmente están en la mejor posición para velar por los intereses del Club, los jugadores, el cuerpo técnico y la afición”.
El oligarca se ha visto envuelto en la polémica durante los últimos días ya que algunas versiones de medios como The Times aseguran que Abramovich podría enfrentarse a una sanción por parte del gobierno británico tras la operación militar de esta semana, como es congelar sus activos financieros, lo que implicaría directamente en una posible quiebra para el Chelsea al que prestó 1.500 millones de libras. Esta es una de las razones que estarían detrás de la sorpresiva decisión del multimillonario ruso.