En 2021, 39.6 por ciento de la población mexicana mayor de 18 años dijo practicar deporte o ser físicamente activa. Por género, 46.7 por ciento eran hombres y solamente 33 por ciento, mujeres de acuerdo con el Módulo de Práctica Deportiva y Ejercicio (MOPRADEF) del Inegi.
Las estadísticas arrojan que aún existe una participación desigual en la práctica del deporte entre hombres y mujeres en México. No obstante, a nivel profesional, las mujeres han logrado espacios en diversas disciplinas deportivas que han traspasado barreras basadas en estereotipos de género.
Mujeres como Alexa Moreno y Alejandra Orozco han destacado en disciplinas como gimnasia y clavados. Pero también existen deportes como el box, el futbol americano e incluso el rugby, que requieren contacto físico, a los cuales aún se les se suele considerar como “no apto para niñas”.
Zóe Tuyú Salcedo, jugadora de la Selección Mexicana de Rugby Femenil, es un ejemplo de la ruptura con ese tipo de estereotipos.
La deportista de 22 años juega para la selección desde hace siete años, su debut fue en 2016, durante el torneo RAN Sevens en Trinidad y Tobago.
“He escuchado comentarios de terceras personas acerca de que el rugby no es para mujeres, pero he hecho caso omiso porque desde casa se me inculcó que lo que quisiera hacer lo hiciera. El apoyo de casa y de tus padres y tus amigos es un incentivo para aferrarte a eso que te gusta”, comenta en entrevista con El Financiero.
Tuyú explica que a pesar de que el rugby implica contacto físico no es un deporte que tiene que ver con la violencia. “Todo lo contrario, tiene valores que nos rigen, como la integridad, la disciplina, el respeto, la pasión y la solidaridad, y es el perfil que intentamos presentar dentro y fuera del campo”.
“Dentro del partido cierta parte de tu cuerpo y tu cerebro está a tope con la adrenalina y la otra parte debe estar en control total para poder ejecutar el contacto, ya que la premisa es la seguridad del jugador. A nosotras no nos premian por golpear a la persona, es una forma de defender nuestro territorio”, comenta.
El rugby es para todas y todos
Zóe señaló que en esta disciplina deportiva se aplican las mismas reglas para hombres y mujeres, no hay distinción en cuanto al género. “Eso me hace pensar que tenemos las mismas capacidades y es un incentivo y una motivación para lograr el objetivo, que es tener un excelente desempeño”, asegura.
La seleccionada nacional destaca que a pesar de que en el país el rugby aún es un deporte en desarrollo, se ha incrementado la participación de las mujeres. “Podemos verlo en todo el mundo, en México la cantidad ha sido sustancial, lo que permite que haya mayor desarrollo y que entremos a procesos competitivos mucho más grandes”.
En el rugby, señala Zóe, más allá de como jugadoras, las mujeres desempeñan otros roles importantes, como fisioterapeutas, médicos, managers, árbitros y headcoaches. “En mi experiencia se crean vínculos más cercanos porque son de mujer a mujer, hay una empatía en relación a cambios físicos, hormonales, psicológicos, lo que da lugar a sentirte más segura”, asegura.
“Yo invitaría a todas las mujeres que quisieran practicar este u otro deporte a que lo intenten porque no hay mayor satisfacción que ver que tu cuerpo es capaz de hacer algo, de romper límites y barreras que muchas veces nos autoimponemos, desde lo físico hasta lo social. Hay que empezar a romper estereotipos”, concluye la jugadora.