La escudería Ferrari se ha mostrado como la más rápida desde el inicio de la temporada 2022 de la Fórmula 1, por lo que Red Bull ha buscado la forma de acercarse a Charles Leclerc y Carlos Sainz para que no se escapen de su vista en el campeonato tanto de pilotos como de constructores.
Antes de que el neerlandés Max Verstappen y el mexicano ‘Checo’ Pérez lograran el 1-2 en el GP de Emilia Romagna en la fecha cuatro, tuvieron que sortear algunas dificultades que los hicieron incluso abandonar la carrera. La falta de fiabilidad era un tema que los ingenieros del equipo debían resolver en vista de competir más de cerca para repetir su título el año pasado en Abu Dhabi.
El problema: el peso del monoplaza
Para cerrar la brecha de rendimiento en sus monoplazas, Red Bull tiene como principal propósito reducir su peso debido a que el RB18 es uno de los más pesados de la parrilla. Tanto es así que lograron un acuerdo con la Fórmula 1 y la FIA para aumentar el peso mínimo establecido por el reglamento, que actualmente es de 798 kilos, el cual ya superan.
Aunque han afirmado que han logrado hacer ajustes, no han querido revelar el número de kilos que redujeron para no darle ventaja a los italianos. Esto les permite armar una mejor estrategia para la segunda parte del calendario al perder décimas en sus vueltas, así como frenar y acelerar más fácilmente gracias a componentes más ligeros.
Vimos un adelanto en el Gran Premio de Australia, en donde mostraron un diseño diferente del alerón delantero. Si arreglan el peso, como ya prometieron, los de Milton Keynes acortarán distancia e incluso podrían sacarle una ganancia a Ferrari, quienes no tienen a su alcance dicha mejora, de acuerdo con Motorsport.